VALÈNCIA. La Diputació de València activará a partir del próximo lunes 2 de noviembre el teletrabajo para la mitad de su plantilla. Así, alrededor de 600 empleados y empleadas pasarán a desarrollar su actividad laboral desde casa, con el objetivo de salvaguardar la salud. La medida, que no tiene fecha límite por el momento, se revisará periódicamente según evolucione la pandemia.
Los funcionarios que acudan a trabajar lo harán siempre en grupos burbuja, y se turnarán semanalmente las tareas presenciales. Así lo han decidido el presidente de la institución provincial, Toni Gaspar, la diputada de Personal, Pilar Molina, y la diputada de Informática, Mentxu Balaguer. Todos ellos han destacado el buen funcionamiento que tuvo la medida durante la primera ola de coronavirus, por lo que han decidido repetir con las mismas dinámicas: "La respuesta de la corporación y de su sistema de teletrabajo permitió mantener activos los servicios básicos y preparar los programas de inversiones que se han puesto en marcha sin sufrir demoras por el confinamiento", han relatado.
Además, también han resaltado que la Diputació fue pionera en el teletrabajo incluso antes del inicio de la pandemia, implementando un sistema que se puso a prueba con éxito durante los meses más duros del estado de alarma. Así, desde el pasado mes de julio, la institución ha tomado nota de la experiencia vivida y ha decidido acelerar la regulación definitiva de esta cuestión.
Esta regulación, que será consensuada con trabajadores y sindicatos, contempla la elaboración de programas específicos por servicios, basados en necesidades organizativas. Los empleados y empleadas que quieran acceder al sistema tendrán garantizados todos los derechos laborales en igualdad de condiciones con los del resto de sus compañeros, si bien tendrán que cumplir una serie de requisitos, como el de acudir a cursos para adquirir las habilidades que requiere el trabajo desde casa.
Por el momento, el proyecto que ya está en elaboración se aplicará de manera revisable a la mitad de la plantilla, con el objetivo de contener la expansión del virus en un contexto de estado de alarma decretado por la pandemia.