VALÈNCIA. Una de las pocas novedades en la Comunitat Valenciana que conllevaban las elecciones generales de este domingo era la alianza de Compromís con el partido de Íñigo Errejón. Una confluencia que finalmente no trajo mayor representación para la coalición valencianista en el Congreso, dado que volverá a contar solo con un único diputado, Joan Baldoví.
Bien es cierto que Més Compromís, pese a no conseguir más escaños, mejoró sus resultados levemente, algo que no lograron ni PSPV ni Unides Podem, sus socios en el Consell del Botànic II. Así, la coalición subió casi 1.300 votos pese a la caída de la participación de un 2,5%, lo que implicó casi medio punto más que el pasado mes de abril.
Un pequeño ascenso que no cumplió las expectativas que generó inicialmente el acuerdo con Errejón, articulado con la esperanza de tener un altavoz nacional para la agenda valenciana. Sobre lo ocurrido, fuentes de Compromís admiten que tras la sentencia del procés y los disturbios en Cataluña, se complicó notablemente la probabilidad de introducir la agenda valenciana en la campaña.
Una circunstancia a la que suman la maniobra del PSOE con la exhumación de Franco, el apagón informativo de diversos medios a la candidatura de Errejón y la no participación en los debates estatales de Más País al no tener representación en el Congreso.
Un análisis que, compartido o no por otros dirigentes, algunos ampliaban con una buena dosis de autocrítica. Así, el parlamentario Josep Nadal calificó el resultado de "aceptablemente bueno a pesar de la campaña que se ha hecho". "No creo que la culpa de la falta de crecimiento sea de Errejón, ojalá fuera así. Tenemos un problema más serio. De discurso y de capacidad de transmitirlo", afirmó en redes sociales, para lamentar no haber sido más incisivos en "financiación, infraestructuras, parados, pensionistas o autónomos". "Cuando veo el resultado de Vox en ciertos pueblos da mucha rabia ver que no hemos hablado casi de la naranja. Y, sobre todo, nos hemos puesto de perfil cuando todos hablaban de Cataluña", aseguró el parlamentario.
Preguntados por el resultado, otros dirigentes hablaban de "autoresignación" en las filas de la coalición, donde reconocen que hay afiliados que insisten en que ir con Errejón "no ha aportado nada". "Tenemos que analizar muy bien el voto dual: la gente no entiende la importancia de votar a Compromís para el Congreso", señalaba un alto cargo del Consell.
Por otro lado, los resultados del 10N no han contribuido a amainar -al menos de momento- la tormenta interna entre las fuerzas que conviven en el Gobierno valenciano. Prueba de ello son algunos de los tuits que se cruzaron diversos referentes de las tres fuerzas políticas este mismo lunes.
Por ejemplo, el secretario autonómico de Empleo y miembro de Compromís, Enric Nomdedéu, se despachó con una pulla al secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. No tardó en llegarle respuesta por parte de la secretaria provincial del partido en Valencia y próxima al ministro, Mercedes Caballero, a la que siguieron varios dirigentes socialistas de su cuerda.
Tampoco perdió ocasión de decir la suya el vicepresidente segundo de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, quien ya había soliviantado a Més Compromís por sus comentarios acerca de que acudieran al cierre de campaña en Madrid. Este tuit provocó no poca indignación en la coalición valencianista.