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CRÍTICA DE CONCIERTO

Dos conciertos para la reivindicación: entre los 35 años de la Capella de Ministers y el Festival Iturbi

5/11/2022 - 

VALÈNCIA. Capella de Ministrers: 35 años son muchos, pero necesitamos más.

El hecho de cumplir 35 años para un grupo musical fruto de la iniciativa privada, y dedicado a la música denominada “antigua”, es personalmente para su alma mater, Carles Magraner, un logro, un Everest, que roza la utopía, y objetivamente un hito en un país como España. Hay muy pocos que puedan presumir de una trayectoria que les ha llevado a una incontable nómina destinos más allá de nuestras fronteras. Allá por el año 1987 se creaba aquí en Valencia el grupo decano de la música antigua en Valencia y de los más antiguos de España. Además, y lo que es más importante, hace falta toda una estantería para coleccionar sus más de sesenta grabaciones, muchos de estas, fruto de la investigación y del hallazgo de auténticos tesoros en ese crisol que es el patrimonio musical español. Ya han llegado los 35 años, y aquí los tenemos, a pesar de las dificultades que supone mantener en pie el edificio, a la búsqueda del medio siglo de vida. Como decía, ante todo, lo que supone este proyecto es una incansable labor investigadora en el terreno de la musicología tanto en el ámbito del patrimonio hispano, como, de una forma especial, en el valenciano, que, como nos contaba recientemente Magraner, es uno de los más ricos de toda la Península junto con el flamenco.

Llegados a este punto, no es mucho pedir que se mime un poco a la Capella, porque creo que se lo han ganado con creces. No creo que sea tan difícil dotarla de un espacio permanente donde llevar a cabo los ensayos y conciertos en las mejores condiciones acústicas para esta clase de música. Estamos hablando de fomentar, rescatar y en definitiva, enriquecer el patrimonio musical valenciano.

Foto: LIVE MUSIC

La celebración en Valencia lo fue con música íntegramente de su disco Arrels, y como la palabra nos sugiere, se trata de una propuesta personal y por tanto interpretativa de la música tradicional valenciana partiendo de criterios de música histórica. Con ello la Capella pretende de alguna forma elevar y revalorizar esta música, que suele ser de tradición oral, empleando formas antiguas de composición, pero reescribiendo armonías para hacerlas más atractivas y adaptando letras. No creo que se traicione nada, sino todo lo contrario. Por supuesto, también hay una pretensión de acercarla al público puesto que en buena parte es un repertorio desconocido fuera de los ámbitos en los que tiene lugar de forma natural: localidades como Picassent, La Vall d´Uxó, Guadassuar, Alcasser, Xátiva o La Vilavella entre otros muchos. En estas obras se traslucen los orígenes primigenios que, en algunos casos es difícil ocultar, como ciertos giros, detalles o melodías que nos evocan esas otras culturas que durante siglos se asentaron en nuestras tierras antes de la cristiandad. Más tarde se generarán formas musicales más hispanas como los boleros o fandangos que se hicieron muy populares en toda la península y que en el concierto pudimos escuchar. A la vista de todo ello, es más que deseable, necesario, que la labor que inspira este trabajo de escudriñar en las raíces de nuestra cultura musical popular tenga sucesivos capítulos puesto que, a buen seguro, nuestros pueblos encierran un patrimonio oral y escrito de una riqueza como para justificar futuros trabajos. Además, por el carácter oral de muchas de estas tonadas, no podemos permitirnos el lujo de que se pierdan para siempre.

Un concierto disfrutable para el que escribe y para los asistentes a la vista de la reacción de un público que se identificó, pienso que de forma natural, recordando tonadas que quizás escuchaban en su niñez. El tamaño de la sala y la seca acústica del Principal obligó, esta ocasión, a amplificar el sonido, aunque en mi caso particular no me molestó demasiado. Siempre es deseable no tener que recurrir a ello, claro. La colocación de los instrumentistas, en medio del escenario, por detrás de los cantantes, no permitían una  proyección del sonido “natural” de unos instrumentos, sobre todo los de cuerda pulsada que apenas “corren” por salas como la del Principal, y que se emplean en ambientes más recogidos y en estancias con otra clase de acústica más brillante y con cierta reverberación como iglesias o ambientes palaciegos.

Foto: LIVE MUSIC

Desde el punto de vista instrumental, como siempre, la agrupación estuvo comandada por Carles Magraner a las violas, y en esta ocasión contó con la participación de miembros habituales como Pau Ballester en la percusión, Robert Cases en la tiorba y guitarra, Belén Nieto en las flautas, Aziz Samsaoui en el instrumento qanun (un instrumento de la familia de la cítara originario del Medio Oriente), Eduard Navarro a la bandurria y otros instrumentos de viento y Lixsania Fernández en violas de gamba y violón. Musicalmente la Capella nunca decepciona y esta vez tampoco lo hizo.

Estupenda estuvo Elia Casanova principalmente en la canción Xiqueta Meua cantada con recogimiento, Peteneres (La Vilavella) o los irresistibles Goigs a nostra Senyora obra de Juan Bautista Comes. Igualmente magnífico Josep Aparici “Apa” en por ejemplo la Sandinga de Xixona, y, por encima de todo, los anónimos, pero no menos extraordinarios  “cants de batre” .  Ambos a dúo cantaron con complicidad los Boleros de Guadassuar o en el cant d´Estil “L´u” con el que cerró una exitosa velada, tras la que se tuvieron que interpretar de nuevo un par de obras como bises.

Foto: LIVE MUSIC

Festival Iturbi: Viva el piano

Si todas las jornadas del Festival Iturbi son reivindicativas del instrumento al que está dedicado, la del jueves fue una auténtica eclosión de pianismo con siete teclistas y seis instrumentos entre grandes pianos de cola, un fortepiano y un clavecín. Nada menos que cinco obras concertantes para el instrumento protagonista. Por si fuera poco, el nivel se movió entre el notable alto y la matrícula de honor. Ya puede estar contento el director del festival, Justo Romero, devoto del instrumento al que, por cierto, le dedicó hace unos años un importante volumen que recomiendo. El concierto del jueves nos llevó a través de más de dos siglos y un vasto territorio geográfico, y pudimos disfrutar de interpretaciones puristas en cuanto a los instrumentos solistas como el concierto para fortepiano y clavecín de Carl Philiph Emanuel Bach o a transcripciones para gran piano como el magistral Concierto para cuatro teclados BWV 1065 de su padre. Se interpretaron obras por primera vez para nuestra orquesta como el Concierto para tres pianos de Mozart, el citado de Carl Philip y el número cuatro de Prokofiev, escrito para ser tocado únicamente con la mano izquierda puesto que fue encargado por Paul Wittgenstein, hermano del gran filósofo de nombre Ludwig, que quedó manco en la Primera Guerra Mundial. Bien es cierto que llegado el momento no la llegó a interpretar alegando que “no la comprendía”.

Como decía el nivel fue magnífico con un concierto bachiano literalmente perfecto a cargo de Claudio Carbó, María Linares, Óscar Oliver y Antonio Simón; un Mozart que comenzó algo precipitado pero que rápidamente los pianistas comparecientes enderezaron para lograr una más que notable lectura. El concierto Carl Philip fue una agradable sorpresa que contó con dos magníficos traductores en Diego Ares al clavecín y Antonio Simón en el fortepiano. La única pena es que, en una sala como el Principal, el clavecín se halló en peores condiciones acústicas que su hermano mayor. La segunda parte estaría destinada a las obras de gran virtuosismo con una Totentanz de Liszt verdaderamente apabullante a cargo de Xavier Torres que puso la sala patas arriba y todo un reto para cualquier pianista como es el poco habitual concierto número cuatro de Prokofiev traducido de forma deslumbrante por el excelente pianista “de la casa” Carlos Apellaniz.

Foto: LIVE MUSIC

Es digno de orgullo contar con esta cantidad de jóvenes pianistas valencianos o que desarrollan su actividad en nuestro entorno, para ofrecer versiones rutilantes a un nivel global equiparable a casi cualquier ciudad europea.  Un verdadero tour de force para el magnífico director Manuel Hernández-Silva supuso la velada al frente de una dúctil orquesta de Valencia con un exigente programa en continuo diálogo con los solistas comparecientes. Hay que decir que para la cantidad de solistas y la variedad de obras, Hernández-Silva adaptó la dirección orquestal a cada una de las propuestas musicales y a los músicos comparecientes sin apreciarse altibajos sino más al contrario una complicidad con todos realmente admirable. Lo dicho ¡viva el piano!

Ficha técnica

Teatro Principal

2 y 3 de noviembre de 2022

Capella de Ministrers, Carles Magraner (dir.) (2 de noviembre)

Orquesta de Valencia, solistas y Manuel Sánchez Silva (dir.) (3 de noviembre)

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