València se para por imperativo fallero, pero siempre quedan alternativas a la cultura popular predominante
VALÈNCIA. Seamos sinceros, ante una situación de evidente descompensación serotónica como la que la mitad de la población valenciana vive estos días, cualquier mínima brizna de esperanza es abrazada como el último salvavidas del bote. “I just wanna feel embraced in full of grace, I just wanna feel love and not to fall in the void”, canta Juanma Labrandero, antes de desatar las fuerzas del tornado Princesco que es ‘In The Void’; una de las canciones del año, por cierto, en el sobresaliente nuevo disco de Johnny B. Zero. En plena agitación fallera, la más anecdótica de las señales dispara los fuegos artificiales, el acto sexual entre guitarra eléctrica y teclado, y te lanzas al falsete con fruición y sin mirar atrás.
En este impasse infernal entre universos, el del purgatorio en vida con falleros asediando las calles con petardos y contaminando la atmósfera con dance barato y orquestas que desafinan por encima de lo permitido desde sus carpas, uno puede llegar a disfrutar de los sueños más vívidos. “Cuando tienes insomnio nunca llegas a dormir de verdad, nunca llegas a estar despierto de verdad”. Uno se convierte en una suerte de Edward Norton viendo la teletienda desde el sofá mientras sueña despierto con la puerta de Tórtel y Alberto Montero; una como la de la canción, dibujada en la pared, “como un misterio del ayer, como una señal de por donde entrar” a un lugar en el que la gente se embriaga como en las películas -no como en la realidad- y no hay infantes que lanzan petardos a tu lado. Sólo están los Byrds.
La música es un refugio natural, una fuente de esperanza en el futuro, una excusa para luchar. Por eso, para quien se atreva a adentrarse en territorio comanche durante los próximos días, porque la ciudad también es suya -aunque, en serio, no lo parece-, unos cuantos valientes han osado hacer algo en València que no consiste en comer buñuelos, repartir paella en platos de plástico o despertar bien temprano al prójimo porque, en fin, forma parte del programa de fiestas. Estas son las cuatro propuestas musicales con las que hacer menos pesada la digestión para quien se le atraganten las Fallas.
Peligro por contraste en Loco Club. Demasiada elegancia dentro de Erudito Orellana 12 como para que nadie pueda acusar el cambio de realidades. Stone Foundation publicó el año pasado Street Rituals, su cuarta referencia discográfica -y la más acertada-, de la mano de Paul Weller. El filtro de Weller, que contactó con el grupo para colaborar en una canción y acabó produciendo el disco y participando en todas las composiciones, es sin duda el mejor de los medidores para evaluar la distinción de la propuesta de Stone Foundation.
Street Rituals, el disco que dio paso a otra referencia en directo y que ha propiciado una extensa gira europea para el grupo de Neil Jones y compañía, contaba también con las voces de totems del soul como las de William Bell y Bettye LaVette. Todo ese despliegue de soul británico que, Weller mediante, consigue emparentarlos directamente con referentes como The Style Council, es un hilo de esperanza a dos días de la cremà. La de València será la penúltima de las fechas de la gira española de la banda del Reino Unido, que estará mañana en Loco Club a partir de las 23 horas.
A estas alturas de la película, con Bad Gyal o C. Tangana en el cartel del Primavera -y Migos como unos de los cabezas de cartel-, parece evidente que los que vaticinaron la caducidad de la moda del trap (con su corriente reggaeton en España) han resbalado con su propia condescendencia. Van a pasar ya tres años desde que Ms Nina publicara ‘Chupa, Chupa’ con Chico Sonido, la canción en la que más tarde se basaría para grabar el anuncio de una aplicación que terminó alcanzando la gloria de la anécdota: el origen del “claro que sí, guapi”; la transversalidad del movimiento propició que en sus inicios coincidieran entrevistas en medios especializados con otras en webs de canales de televisión como Divinity.
Tres años después, la argentina Jorgelina Andrea Torres ha abanderado un movimiento en el que el testigo se ha ido compartiendo en una suerte de sororidad musical revestida de rivalidad artificial. En 2016, Ms Nina colaboraba en la Slow Wine Mixtape de Bad Gyal recordando: “soy independiente, yo tengo trabajo”. Mañana viernes actuará en el cuarto aniversario de Groove Street en La3 junto a Beauty Brain -con quienes publicó en su momento ‘Tu Sicaria’, aquel reggaetón con trazas de bhangra-, BVNKZ y QWERT.
Al margen del margen existen propuestas que siguen tratando de ejercer de bisagra entre la realidad de una fiesta que no es de todos y la fantasía de un mundo en el que todos podemos divertirnos a la vez. El llamado Plan B Falles Festival -prohibamos ya esta palabra, por favor- evita la idea principal de lo que sería el plan B -y el A- en Fallas: evitar ir a cualquier evento relacionado con las mismas. Sin embargo, a los que no pueden implementar el verdadero plan B, siempre les quedará la opción de hacer aquello que toda persona ajena al drama aconseja a los outsiders: bajar a la calle y unirse con alegría a los falleros.
El programa de Plan B Falles Festival, organizado por Distrito 008, incluye intervenciones artísticas, conciertos de jazz o acústicos, talleres y sesiones de djs en la plaza Sant Sebastià con la Falla Borrull-Socors.
Algo similar sucede con el Xequebo!. También podría evitarnos la coletilla -anglicista, además-, pero al menos trata de ofrecer algo más allá de la cultura discomóvil. Se trata de un evento autogestionado, gratuito y sin ánimo de lucro que surge “del deseo de un colectivo de mujeres que sienten la necesidad de crear un punto de encuentro alternativo a la oferta que habitualmente se ofrece en la ciudad”; el colectivo propone, a partir de esa premisa, una programación que trata de solventar la falta de “un contenido y discurso cultural consciente y diferente, que sea cercano y accesible a todas las personas”.
En su tercera edición, el Xequebo! continúa con su línea de programación feminista y, entre la mayoría de nombres femeninos, destacan Ley Dj, La Otra y Marinah (Ojos de Brujo), presentando ambas nuevo disco. La mezcla de indie con aquello que se dio a llamar fusión a principios de siglo -y sus herederos actuales- puede ser más o menos discutible, pero todo lo demás es digno de destacar. Con Wah-Wah sin un solo concierto en toda la semana grande de las Fallas -nótese la ironía en lo de semana grande- o 16 Toneladas haciendo lo propio el fin de semana, las propuestas populares de verdad en la calle tienen aún más valor. Desde hoy, y hasta el domingo, en la Plaza del Carmen.