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Drac Pack, ningún sueño es gratis: Najwa Nimri estrena su musical en Valencia

El texto de la actriz y música junto a Carlos Dorrego y Emilio Tomé cuenta con la potente presencia de Anna Castillo, Alba Flores y Kimberly Tell como intérpretes de una historia que agota las luces del espectáculo para explorar las sombras del éxito

17/11/2016 - 

VALENCIA. El reparto de Drac Pack presentó este miércoles en Rambleta algunas ideas sobre el que será el primer musical ideado por la música y actriz Najwa Nimri. Acompañada en el escenario por Alba Flores (compañera en la exitosa e interrumpida carrera de la serie Vis a vis), Anna Castillo (la genial intérprete de El olivo) y Kimblerly Tell. Las cuatro componen, bajo la dirección de Fernando Soto, un musical que se apoya en la fachada de luz y color de los estándar de jazz para explorar las sombras del éxito. O, en palabras de la coautora del texto junto a Carlos Dorrego y Emilio Tomé, qué sucede cuando "renuncias a la luz del sol por la de los focos".

Esa idea es la misma, confesó Nimri, que a menudo se ha apoderado temáticamente de sus álbumes como música, aunque "quedándome seguramente en el aspecto más oscuro". En este caso, la coproducción de Rambleta y Seda que se estrena en Valencia (viernes y sábado, 18 y 19 de noviembre) para toda España y que espera contar con gira nacional -ya confirmada en Madrid- "e internacional", según el productor ejecutivo Lope García, ha dejado a todos sus implicados "emocionados e impacientes" por ver la reacción del público. De la historia, de manera deliberada, apenas quisieron dar unas pinceladas sobre una historia que explora mitos vampíricos y que lleva al espectador a ver las miserias del éxito, sin renunciar a las luces de su música y de las interpretaciones.

 Nimri despliega en este musical -que juega a no serlo o a reinterpretar el canon del mismo- "una idea que surgió hace cuatro años". En el texto se aborda, en esencia, "la idea de que ningún sueño es gratis". Una obra que ha sido posible "porque un día, esa idea que yo tenía, fue vista por Carlos que me dijo 'lo entiendo, totalmente. Vamos a hacerlo'. Así ha sido posible". Es importante destacar que Nimri, hace ahora cuatro años, estaba en un momento de tierra de nadie en su carrera. Así lo explicó en Rambleta: "esto surge de una cafetería, de hablarlo con Carlos, pero tiene mucho de estar en un tiempo donde no tienes mucho a lo que agarrarte. Yo no había empezado en Vis a vis, así que tenía algunos trabajos donde ganaba poco, conciertos donde ganaba más bien poco... era un momento bajo".

Un momento de tierra de nadie que a lo largo de los cuatro años ha tenido musos de inspiración, como el caso de Asier Etxeandia "que nos ha inspirado mucho con su trabajo y que nos pone en contacto con Alessio Milano". Suyo es el diseño de escenografía, producido por la empresa valenciana Neo Escenografía, y que es capaz de mantener el lado oscuro, con un punto gótico-industrial, lo suficientemente versátil como para convencer de los momentos de espectáculo a través de la iluminación y el suelo de espejos. La participación de Neo no es la única presencia valenciana. Por ejemplo, el importante diseño de iluminación para la obra es un trabajo de Yahvé Ramos, habitual responsable técnico del propio Espai Rambleta. 

Así aparecen también Zoe Sepúlveda, coreógrafo que da sentido estético e intensidad a los movimientos de cuatro actrices que admiten tener una relación con este modelo de teatro y de musical iniciática. Aparece, sobre todo, Fernando Soto, "que construye unos muros y da forma a la obra" que Nimri y Dorrego seguían investigando. Ahora son 16 canciones ('Personal Jesus', 'Bang Bang', 'That's Life', 'I wanna be loved by you', 'Blue Moon', 'What a Wonderful World'...) las que dan forma a una historia que aborda "algo que está desde hace mucho tiempo en la literatura dramática: el precio que hay que pagar cuando un sueño se cumple", apuntaba en la presentación el propio Soto. El director admite que el texto "estaba abierto por todas partes", pero tras su aterrizaje se atreve a proponer al público que "Drac Pack no es ni un musical ni una obra de teatro: es un viaje".

Ese sentido experiencial es el que encandiló a los gestores de Rambleta y propicia la posibilidad de encofrar la producción junto a Seda, en el que para el teatro valenciano es su tercer gran proyecto tras Las guerras correctas y El cabaret de los hombres perdidos. La nueva apuesta cuenta con la presencia de las potentes personalidades y estilos sobre el escenario, como el de Flores, agradecida de "sumarse a un proyecto que ha tenido días maravillosos y conflictivos, pero sin conflicto no hay crecimiento". La actriz y cantante admitía no haber estado "en un código teatral como este antes" y celebraba haberse "enganchado al proceso de crear algo tan bonito a partir de una idea". Nimri valoró su implicación y actividad en el desarrollo de la obra, mientras que la llegada de Castillo y Tell llegó con el proyecto avanzado, completando cuatro caras dispares y listas para su enfrentamiento a partir del texto. 

Con el Rat Pack como idea de partida, de la canallesca y los bajos instintos del artista y el mundo en el que opera cuando se apagan los focos, Frank [Sinatra] es la estrella musical del momento y sabe que ha llegado el momento de despedirse del escenario, pero para ello necesita un sucesor. Una noche conoce a Mina, una joven cantante que tan sólo necesita un nombre para poder volar. Frank le regala la fama y crea una estrella: Marilyn Monroe. Pero para ser una estrella eterna tiene que tomar una decisión: vivir bajo la fría luz de los focos o vivir bajo la cálida luz del sol.

"El viaje" del que hablaba Soto encierra "mucho dolor, mucha lágrima, mucho swing, jazz y rock and roll". Este  fin de semana, Rambleta descubrirá cuánta luz cabe en "dulcemente oscuro" estadio del éxito.

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