VALÈNCIA. En el mundo del automóvil, el concepto de elegancia se asocia, de manera inmediata, a las berlinas, un tipo de carrocería que, en el imaginario colectivo, refleja una larga tradición de elegancia. En DS Automobiles, esta se concreta en el DS 9, el buque insignia de la marca.
Sus dimensiones, con una longitud de 4,93 metros, se traducen en un aspecto imponente, más que el de otras berlinas de su misma categoría, proyectando un espacio interior en el que la habitabilidad para los pasajeros traseros alcanza nuevas cotas.
Su elegancia es claramente contemporánea, como subraya un diseño inspirado en la deportividad de su carrocería, caracterizada por la notable caída del techo. En el frontal emerge con decisión el carácter que le confiere la parrilla DS WINGS, embellecida por el diseño diamantado en tres dimensiones.
El capó, de gran tamaño, muestra un diseño guilloché Clous de Paris, detalle que traslada, por primera vez, la exclusiva firma de los interiores de DS Automobiles al exterior del coche.
Estos detalles se añaden a la historia de la marca, que revive gracias a los atractivos “conos” presentes en la parte final del techo. Se trata de un elemento de diseño reinterpretado en clave moderna y que alojan los intermitentes laterales ofreciendo un elemento realmente único en el panorama de las berlinas.
La línea del DS 9 se asienta dando la impresión de que la luneta se integra, suavemente, en la tapa del maletero con una continuidad sin interrupciones. Una estudiada fluidez que se traslada a los dos extremos del coche uniendo de manera inequívoca los faros delanteros a las luces traseras. Incluso las manecillas retráctiles apoyan esta ilusión, integrándose en las puertas.
El efecto se completa con el techo en dos colores en el que el negro resalta de nuevo la exclusiva elegancia que envuelve al DS 9.
El maletero aporta un toque de deportividad al conjunto, proyectándose en forma de spoiler para acentuar el perfil aerodinámico, mientras que el ancho parachoques se integra perfectamente en la carrocería llegando hasta los pasos de rueda. Esta solución permite a los pilotos, cincelados con efecto de escamas, emerger gracias al contraste con un sorprendente resultado tridimensional.
La sutil tercera luz de freno amplifica la imponente visión del conjunto subrayando la presencia de la luneta trasera mientras que, justo al lado, los pilotos presentan dos inserciones cromadas en la zona inferior que son un tributo a los elementos gráficos de las legendarias carrocerías francesas de la década de 1930.
Con el DS 9, DS Automobiles sigue interpretando la historia en clave contemporánea con un coche de los más innovadores tecnológicamente.