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II aniversario

Duelo en el Botànic

Se cumplen dos años desde que un acuerdo a tres bandas devolvió a la Comunitat Valenciana a la senda de la izquierda. También faltan dos años para que PSPV, Compromís y Podemos se vean las caras en las urnas. Dos años de todos contra todos y algunos contra ellos mismos

| 20/07/2017 | 2 min, 37 seg

VALÈNCIA.- El féretro, diseñado por Calatrava, fue colocado en la Ciutat de les Arts i les Ciències, a pocos metros de donde nunca se construyeron los famosos tres rascacielos que iban a completar la obra megalómana. Fue un funeral silencioso. Sin el rugir de los motores de la Fórmula 1, ni el batir del viento contra las velas de la Copa América. Tampoco acudió el Papa a dar la absolución porque nadie quería confesar nada. Era el 24 de mayo de 2015 y cerca del muerto, entre el cortejo fúnebre formado por Camps, Cotino, Fabra, Barberá, Rus, Blasco y compañía, solo se alcanzaba a oír el lamento de las plañideras. «Qué hostia, qué hostia...».

Aquella tarde de primavera valenciana se consumó la muerte de la mayoría absoluta del PPCV, el primer partido que montó un ‘pollo’ para llegar al poder en la Generalitat y que, a golpe de votos, se convirtió en un rodillo imparable. Una muerte que abría un nuevo periodo en la política valenciana de cambio y novedad, pero también de duelo.

La psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross determinó en 1969 que todo proceso de duelo se compone de cinco fases: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Y los cinco actores que conformaron el escenario político tras el 24M (PP, PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos) se han visto sometidos a ellas en mayor o menor medida. Como manda el canon psiquiátrico, la negación fue el inicio de todo.

Al día siguiente del 24M, nadie había perdido. Tras el lamento inicial, el PP enarboló la bandera de seguir siendo la fuerza valenciana más votada. Pese a la corrupción, pese a escándalos como el accidente del metro, pese al fiasco económico del ‘ladrillo’ salvaje. Compromís se ufanó de crecer exponencialmente hasta ser fuerza clave en Les Corts y Podemos y Ciudadanos irrumpían sin rubor desde la nada. Tan solo el PSPV caía en picado pero las matemáticas electorales le daban la posibilidad de volver a gobernar veinte años después. Nadie había perdido. Negación.

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Kübler-Ross sostiene que la segunda fase del duelo es la ira pero en política, a diferencia de la psiquiatría, se negocia antes del estallido. Y de la negociación, más larga y tortuosa de lo esperado, salió el Pacto del Botànic, el gobierno bipartito PSPV-Compromís apoyado por Podemos que arrinconó en la oposición a PP y Ciudadanos, su muleta natural.

*Lea el artículo completo en el número de julio de la revista Plaza

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