Aunque dicha alza marcó el sexto mes consecutivo de crecimiento, el periodo más largo de expansión en más de dos años, los datos subyacentes han puesto de relieve la "fragilidad económica" de la zona euro, ya que tanto los nuevos pedidos, el empleo y la confianza empresarial retrocedieron.
Sin embargo, los datos de agosto revelaron que las presiones de costes disminuyeron "marcadamente", ya que los precios de los insumos aumentaron al ritmo más lento en lo que va de año hasta la fecha y lo hicieron a una tasa que estuvo en línea con su promedio anterior a la pandemia. No obstante, los precios cobrados aumentaron al ritmo más fuerte desde abril.
El crecimiento económico en el área de la moneda común estuvo impulsado en su totalidad por la actividad del sector servicios, que mejoró al ritmo más rápido en tres meses. La producción manufacturera siguió contrayéndose, ampliando la actual secuencia de declive fabril a diecisiete meses.
Después, por primera vez desde el inicio de 2021, se destruyó empleo de forma general, aunque de manera "leve". La creación sostenida, pero más lenta, de puestos de trabajo en los servicios solo se vio contrarrestada ligeramente por los ajustes de personal en la industria.
Por países, el sector privado en Francia avanzó al ritmo más rápido desde mayo de 2022 con 53,1 puntos. A pesar de ello, la segunda economía más grande de la zona euro todavía se quedó por detrás de España, la nación analizada con el mejor resultado PMI tras anotarse 53,5 enteros.
De su lado, también se observaron mejores ritmos de crecimiento en Irlanda (52,6) e Italia (50,8), mientras que Alemania volvió a registrar su segunda caída consecutiva y arrojó una lectura de 48,4 puntos.
"Las repercusiones positivas de los Juegos Olímpicos y de los Juegos Paralímpicos en curso podrían prolongarse en parte hasta septiembre, pero preveemos que la desaceleración del crecimiento, que comenzó en mayo, se reanude probablemente en los próximos meses", ha indicado el economista jefe del Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia.
"En lo que respecta al Banco Central Europeo, probablemente esté lanzando un pequeño suspiro de alivio gracias a los últimos datos de los precios. Aunque las empresas del sector servicios aumentaron ligeramente sus precios en agosto en comparación con julio, las presiones de los costes en general, especialmente las impulsadas por los salarios, se han ralentizado y es probable que este factor tenga una gran importancia en las consideraciones del BCE", ha añadido.