VALÈNCIA (EP). El Consejo General de Economistas (CGE) ha elevado su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de 2024 en una décima, hasta el 3%, y ha mejorado en cinco décimas su proyección para 2025, hasta el 2,3%.
De acuerdo con el 'Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas' publicado este martes, el impacto en la economía española de la catástrofe provocada por la Dana podría restar al PIB entre una y dos décimas en el cuarto trimestre, dependiendo de cómo se vayan concretando las ayudas y a qué ritmo.
En cualquier caso, dada la buena evolución de la economía española, los economistas estiman que, pese al desastre producido por la Dana, el PIB podría crecer este año un 3%, una décima más que en la previsión anterior.
Para 2025, el Consejo General de Economistas esperan un crecimiento económico más moderado, en torno al 2,3%, dependiendo del consumo privado, dado que el consumo público, sobre todo si no hay Presupuestos Generales del Estado, estará "contenido".
Respecto al mercado de trabajo, los economistas consideran que está mostrando señales de resistencia, y por ello espera que a final de año la tasa de paro se sitúe en el 11,3%, misma cifra que en la previsión anterior.
En cuanto a la deuda pública, dados los efectos de la inflación, la recaudación y el incremento del PIB a finales de año, los economistas estiman que se situará al cierre de 2024 en torno al 105,1% del PIB, cuatro décimas menos que en la previsión anterior.
Sobre el déficit público, se espera que se vaya moderando, ayudado por el incremento de la recaudación y por la contención del gasto. Así, el CGE prevé que a final de año se sitúe en el 3,1%, una décima menos que su previsión anterior.
Los economistas advierten en su informe de que el mercado de la vivienda sigue estando muy tensionado, con una oferta incapaz de satisfacer las necesidades de una demanda creciente, y con unos precios cada vez más elevados.
Por otra parte, consideran que la obligación de aportar más información por parte de los clientes en los alojamientos turísticos "crea más incertidumbre, lo que no ha gustado al sector".
"La carga de más obligaciones burocráticas, tanto para los clientes como para los establecimientos, podría ser una traba para el turismo, que tan buen comportamiento está teniendo estos últimos años y que tanto peso tiene en el PIB español", avisa la organización que dirige Valentín Pich.