Los conocimientos financieros de Eduardo y los médicos de su hermano Julio fueron los pilares de la actual Clínica Baviera
VALENCIA. Licenciado en Económicas por la Universitat de València y máster en Asesoría Fiscal por el Instituto de Empresa, este valenciano de la cosecha del 67 fundó junto a su hermano Julio —reconocido oftalmólogo a nivel mundial— y otros médicos Clínica Baviera. Lo hizo asumiendo desde sus inicios la dirección general y actualmente ocupa la presidencia del consejo de administración tras la decisión de Julio Baviera de abandonar el consejo.
«Mi hermano sigue implicado al 100% y actualmente es el director médico del grupo aunque esté trabajando en Fráncfort como director médico de las clínicas de Alemania para dar un impulso a las 19 que tenemos allí», apunta Eduardo.
Precisamente el país germano es uno de los pilares de crecimiento sobre los que se asienta Clínica Baviera a través de la marca Care Vision. Allí cuenta con un gran nicho de mercado por la baja penetración de la cirugía refractiva —intervenciones para corregir la miopía, hipermetropía o astigmatismo— en un potencial mercado de más de 80 millones de habitantes.
A primeros de abril de 2007, Clínica Baviera dio el salto a la bolsa para dotar de liquidez a los títulos de la firma, cuyo accionariado entonces estaba compuesto por más de medio centenar de personas, entre socios fundadores, médicos, directivos e inversores privados. «Fue una decisión que tomamos Julio y yo como muchas de las que adoptamos en la compañía. Además logramos aumentar la transparencia y producir un efecto altavoz de difusión de nuestros servicios».
Dentro de su accionariado destacan dos familias españolas como son March y Serratosa
La cotizada mantiene la confianza de grandes inversores, tanto nacionales como extranjeros. Ahí están South American Farming, el fondo de inversión Santander Small Caps España y muy especialmente la familia March y los Serratosa (Ana y Pablo). «Nos sentimos muy satisfechos de contar con estos accionistas».
Clínica Baviera es una de las contadas cotizadas con orígenes en la Comunitat —además de ser la única del sector— y Eduardo Baviera tiene claro el porqué: «Los valencianos somos emprendedores y comerciantes, pero destacamos principalmente en pequeñas empresas y para cotizar en bolsa se requiere un tamaño mínimo». A pesar de ello tiene claro el espejo donde tienen que mirarse las empresas valencianas: Mercadona. «Es un ejemplo magnífico de superación, además de ser un orgullo para Valencia».
A día de hoy, el grupo cuenta con más de 800 trabajadores, de las cuales 130 son médicos oftalmólogos siendo la compañía líder del sector en Europa con más de 600.000 tratamientos realizados.
La cirugía de lente intraocular para la corrección de presbicia y cataratas es el principal catalizador en España de Clínica Baviera. Un mercado que muestra una excelente tendencia gracias a factores demográficos, a la buena aceptación de los resultados médicos, a la mejora de las lentes —especialmente las multifocales— y a la progresiva difusión de sus ventajas.
El producto estrella de Clínica Baviera es la eliminación de la dependencia de las gafas o lentillas. «Actualmente representa un 60% del total de tratamientos realizados y un 38% de la facturación, mientras que hace diez años suponía más del 80%».
Palabra de un Eduardo Baviera que viene con frecuencia a Valencia, donde guarda muy buenos recuerdos de su infancia. Unos años centrados «en el eje Gran Vía- Colón y donde nunca hubiera imaginado la gran expansión hacia la otra orilla del río Turia que iba a tener lugar».
(Este artículo se publicó originalmente en el número de agosto de la revista Plaza)