VALÈNCIA (EP). Personas voluntarias, entre ellas vecinos de València y veterinarios, conforman un "ejército" en el campo de fútbol del Sporting Benimaclet. Estas instalaciones, en las que el balón y la portería han cedido el protagonismo a la solidaridad, albergan un centro logístico para el cuidado de animales afectados por la Dana. Desde hace una semana, han rescatado a más de 400, entre mascotas y animales de granja.
Con esta labor "altruista y necesaria" se ha podido "salvar la vida" a estos ejemplares que estaban "atrapados y desorientados" por las inundaciones en la provincia de Valencia. Cuando entran en este "campamento improvisado", los atienden veterinarios y educadores especializados. Después, se les abre una ficha clínica y se analiza su comportamiento para lograr un 'match', con un "ojo clínico absoluto", y emparejar a esa mascota con una familia de acogida temporal.
Así lo explican, en declaraciones a Europa Press, dos voluntarias de estas instalaciones, Alba Arévalo y Sandra Cervera. Ambas agradecen la "avalancha solidaria" tras las consecuencias de la Dana. "Con la ayuda de los vecinos y la red que se genera en Benimaclet, que es un barrio social, acudimos hasta donde podemos con nuestros vehículos, para rescatar a estos animales de los puntos rojos", señala Cervera.
En el centro hay animales de granja, jabalíes, tortugas, hurones e incluso caballos, así como gatos o perros. Muchos de ellos llevan incorporados chips localizadores, algo que los voluntarios comprueban "para que sus dueños puedan recuperar a sus compañeros de vida cuanto antes o estén a buen recaudo".
Arévalo recuerda cómo nació esta iniciativa: "Desde el Sporting Benimaclet pensamos que teníamos unas instalaciones para poder ayudar a las protectoras destruidas por la Dana y organizar los recursos para los animales. Una de las jugadoras del equipo femenino tenía relación con la protectora de Burjassot. A partir de aquí, todo fue trabajar sin parar".
"Hay rescates tremendamente peligrosos, por lo que también valoramos si podemos o no efectuarlos. A veces decidimos esperar. Es una lástima, pero nos vemos en la obligación de hacerlo, porque hace falta ayuda profesional y podemos no llegar a tiempo", reconoce esta voluntaria.
Buena parte de los animales rescatados proceden de particulares, pero otros también vienen de protectoras y refugios "devastados por el temporal". Para cuidarlos, en estos puntos de donación se necesitan lectores de chips, agua, comida, camas grandes o medianas, cuencos y bebederos, transportines, casetas para perros, rollos impermeables o similares para suelo, empapadores, guantes de látex, suero estéril, jeringuillas o gasas.
Después de que se corriera la voz por el barrio --relata Cervera-- este centro ha pasado de estar concentrado en una "pequeña carpa" a multiplicarse en varias, hasta convertirse en una especie de "campamento militar". "Muchos voluntarios aportan sus coches y furgonetas para salvar a los animales. Incluso la Generalitat nos ha permitido tener salvoconductos para circular por los puntos restringidos a particulares", apunta.
"Muchos animales necesitan una hospitalización directa por la catástrofe. Hemos llegado a acuerdos con entidades como el Hospital Clínico Veterinario CEU-Cardenal Herrera y otros centros veterinarios valencianos de Ruzafa o de Viveros, entre otras, para poder prestar esa ayuda urgente", sentencia Cervera.
Estas dos voluntarias recuerdan que el campo del Sporting Benimaclet también se ha organizado para la recepción de productos y enseres de primera necesidad para las personas damnificadas por la Dana.
Cervera subraya que la ciudadanía "está respondiendo a los llamamientos" y que el voluntariado se ve en ocasiones "desbordado" por las muestras de solidaridad: "Hay tráilers que ni siquiera pueden entrar por calles aún embarradas. Hay equipos montados que están localizando dónde hay necesidad para canalizar esas donaciones, que llegan de todas partes del mundo. Han llamado incluso desde Italia para enviar un camión repleto de víveres para los afectados".