VALÈNCIA. (EP). El 33,8% de las mujeres de la Comunitat Valenciana en edad laboral se encuentra en riesgo de exclusión o pobreza, según un estudio de la Fundación Adecco, elaborado con la colaboración de Grupo Red Eléctrica, Gas Natural Fenosa, Endesa, Enagás, Makro, Yelmo Cines y thyssenkrupp.
El documento advierte que las mujeres se enfrentan a mayor riesgo de exclusión social ante circunstancias de discapacidad, edad avanzada, responsabilidades familiares no compartidas y/o una situación de violencia de género.
Sus conclusiones se basan en el informe AROPE (At Risk of Poverty and Inclusion), elaborado por EAPN, que apunta que un 27,9% de las mujeres en España que se encuentra en situación de riesgo de exclusión o pobreza, un porcentaje que se eleva cuando las mujeres tienen edad laboral hasta el 30,9%.
El director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, ha explicado que "históricamente, las mujeres han tenido que enfrentar mayores obstáculos para acceder al mercado laboral, debido a tics culturales relacionados con la maternidad, el liderazgo y otros prejuicios y estereotipos".
Además, el hecho de tener una discapacidad o más de 45 años se convierte en una "dificultad añadida, incrementando el riesgo de exclusión de las mujeres desempleadas". "El empleo se convierte en el factor fundamental de inclusión, en la única herramienta capaz de dotar de la autonomía y realización suficientes como para que estas mujeres normalicen su situación y tengan una vida plena", ha subrayado.
Se considera que una persona está en riesgo de pobreza y exclusión cuando cumple, al menos, uno de cuatro criterios. El primero es vivir en un hogar con una renta inferior al umbral de la pobreza (el 60% de la mediana de la renta nacional, fijada en 2016 en 684 euros mensuales).
También se considera en riesgo de pobreza y exclusión el estar en privación material severa, no pudiendo afrontar, al menos, cuatros de los siguientes gastos: vivienda, calefacción, vacaciones, alimentación básica, gastos imprevistos, teléfono, televisor en color, lavadora o automóvil.
Lo mismo ocurre cuando se vive en un hogar con baja intensidad de trabajo (inferior a 0,2), definida como la relación entre el número de meses trabajados por todos los miembros de la unidad familiar y el número total de meses que podrían trabajar, como máximo, todas las personas en edad laboral de dicho hogar.
Según Mesonero, "aunque el desempleo sólo se menciona en el último de los tres indicadores, es el desencadenante de todas las situaciones de pobreza y exclusión social. No parece aventurado señalar que, en este 33,8% de mujeres en riesgo de pobreza o exclusión social, en edad laboral, predominan las desempleadas, aquellas que trabajan en situación irregular (sin contrato) o inactivas, con habilidades para el empleo, pero que no trabajan por cuestiones culturales (discapacidad) o responsabilidades familiares".
La mujer mayor de 45 años ha ganado un "importante protagonismo" en el mercado laboral durante la última década en la Comunitat Valenciana, resalta el estudio. Así, si en 2007 se contabilizaban 21.900 desempleadas de este grupo de edad, 2017 se cerró con 81.400, lo que supone un incremento del 272%. Esta cifra es muy superior al incremento del desempleo de las mujeres de todas las edades en la Comunitat Valenciana, que se ha incrementado un 97% en los últimos diez años.
Con todo ello, el estudio observa que el porcentaje de mujeres mayores de 45 años (35,7%) tiene un peso mucho mayor sobre el total que hace una década, cuando representaban el 19,8% del total de desempleadas.