VALÈNCIA. (EFE). Las universidades de Alicante, Oxford (Reino Unido) y Pablo de Olavide (Sevilla) han realizado la primera investigación global sobre los profesionales de enseñanza de español en el mundo, que constata que solo un 42,4 por cientos de estos docentes posee un puesto fijo, a pesar de su elevada cualificación.
Este estudio ha sido elaborado por el profesor de la Universidad de Alicante (UA) Alberto Rodríguez-Lifante, del Departamento de Filología Española, Lingüística General y Teoría de la Literatura, junto a Javier Muñoz-Basols, de la Universidad de Oxford, y Olga Cruz-Moya, de la Pablo Olavide.
Según han informado hoy fuentes de la UA, "el informe más reciente del Instituto Cervantes confirma la tendencia ascendente que ha experimentado el aprendizaje del español en el mundo y estima que, en la actualidad, más de 21 millones de estudiantes repartidos por 106 países lo aprenden".
"Esta tendencia ha venido reforzada por el interés en el aprendizaje de la lengua en continentes con menor tradición, como África, Asia o incluso Oceanía", señala.
Sin embargo, según la UA, "el aumento más que notable del alumnado y de la demanda de profesionales no se ha traducido en una consolidación o en un reconocimiento de la situación laboral de los profesionales del español".
Con el objetivo de aportar datos sobre la situación actual de los profesionales del español en el mundo, las tres citadas universidades han llevado a cabo "una investigación pionera en este ámbito al recoger datos en 84 países de los cinco continentes", han destacado fuentes de la UA.
Según aseguran sus autores, este trabajo es el primero de esta índole que "aporta datos sobre el entorno laboral y docente, formación e investigación de la profesión, tres componentes imprescindibles hoy en día" para poder disponer de "una radiografía completa de la profesión"
Desde el 10 de junio del 2016 hasta el 10 de marzo del 2017 se recogieron datos cuantitativos y cualitativos a través de un cuestionario en línea distribuido en diferentes medios y colectivos, como asociaciones de profesores, centros educativos, instituciones de la lengua o universidades, con un total de 1.675 participantes procedentes de una amplia variedad geográfica global.
Los resultados obtenidos han revelado, en el apartado del perfil laboral y docente, que los contextos de trabajo de los profesionales del español se caracterizan por la diversidad de ámbitos laborales y que solamente el 42,4 % declara poseer un puesto fijo permanente.
Ante estos datos los investigadores proponen dar más visibilidad al profesional del español desde los propios contextos educativos, los organismos oficiales y las instituciones de la lengua y trabajar en la mejora de las condiciones laborales atendiendo a las particularidades de cada contexto geográfico.
En el caso de España, "es necesario apelar a la elaboración de un convenio que regule las actividades laborales de los profesionales del español en sus distintas facetas (profesores, formadores, autores, correctores, editores, gestores, etc.), y que contribuya a conectar la formación recibida con la inserción laboral", sostienen.
Mediante el cotejo de los datos se ha observado que el perfil formativo se caracteriza por el alto grado de cualificación de los profesionales del español, dado que un 60,8 % de los encuestados posee un máster.
En este apartado del estudio, plantean homogeneizar la oferta formativa, especialmente a nivel de máster.
Un modo de conseguirlo sería garantizando la realización de prácticas en las titulaciones, al igual que se hace en otros campos académicos, y diseñar una oferta formativa acorde con la realidad de la enseñanza del español.
Por último, en el perfil investigador ha quedado patente que un alto porcentaje de informantes investiga (66,9 %), independientemente de si esta labor forma parte (30,3 %) o no (36,6 %) de sus responsabilidades laborales.
También se ha constatado la percepción generalizada, con un 52 % de respuestas, de que cada vez es más habitual que los profesores de español tengan un perfil investigador.
A este respecto, los autores del estudio consideran que "sigue siendo necesario un mayor apoyo institucional desde el que se reconozca la figura del profesional del español dentro y fuera del mundo hispanohablante".