VALENCIA. El evidente mal estado de la Adoración de los Reyes, obra creada por Nicolás Florentino para la Catedral de Valencia, no ha pasado desapercibido por el Arzobispado. Tras las críticas vertidas por la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural después de comprobar el "alarmante y preocupante" estado de la pieza, que ha sufrido un importante deterioro en los últimos diez años, la institución religiosa admite ser consciente de los problemas ocasionados en la pintura y anuncia que se comenzará a trabajar sobre ella el próximo mes de abril.
Por lo pronto, se ha cambiado la dirección del foco que apuntaba directamente al fresco, que data del año 1470, y que los miembros de la asociación apuntaban como una de las posibles causas de la pérdida de color y de la aparición de abultamientos. Aunque desde el Arzobispado apuntan que el tipo de iluminación instalada en la Seo no es tan dañina como otras, sí admiten que se plantean la renovación del sistema de cara a un futuro plan de adecuación y limpieza de la capilla.
El cambio de dirección del foco es el primer paso de la que, según anuncian, será una intervención profunda en la obra de arte pintada por el artista italiano, inacabada a causa de su repentina muerte. “Es evidente que el cuadro necesita una intervención. En un mes lo bajaremos y empezaremos el estudio, primero es necesario un diagnóstico”, explica Jaime Sancho, profesor de la Facultad de Teología y presidente de la comisión diocesana de Liturgia y Patrimonio.
Sin espacio para bajar la obra
La fecha de descenso de la pieza corresponde con la finalización de los trabajos que actualmente se realizan en el museo catedralicio. Esto se debe a que no disponen de un espacio con el tamaño suficiente como para colocar la pieza de Nicolás Florentino, según indica el propio Jaime Sancho. "No podemos bajarlo porque ahora no cabe en ningún sitio". Es la capilla de San Luis Obispo el lugar elegido para ubicar momentáneamente la pieza aunque, por el momento, el espacio está ocupado por libros y cuadros embalados a la espera de que las obras en el museo acaben.
Será a partir de la segunda quincena de abril cuando la capilla se libere y, tal y como se compromete el Arzobispado, se traslade la Adoración de los Reyes para iniciar su diagnóstico. "De esta forma se podrá colocar horizontalmente y tratar, al bajarlo podremos ver la parte posterior y las situación de la tela. El tipo de acción depende de la enfermedad", añade el presidente de la comisión diocesana de Liturgia y Patrimonio. El problema no es una sorpresa para la institución que, además de la reparación del cuadro, plantea un plan más ambicioso de limpieza de la capilla, un proyecto en el que ya están trabajando pero que todavía está por presupuestar. "Ya estábamos en esto desde que empezó el proceso de adecuación de la capilla. No nos ha pillado de nuevas".
Pérdida de color
El Arzobispado hace públicas las medidas apenas unos días después de que la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural hiciera pública una imagen tomada hace una semana en la que se puede apreciar una evidente perdida de color y deformaciones en el fresco.
Talía Martínez, miembro de la asociación e historiadora del arte y restauradora, alerta de que la decoloración de los pigmentos “es irreversible y puede afectar también a sus propiedades físicas. Es por ello que se debería poner la atención con urgencia en la conservación preventiva”. La pieza está pintada por el italiano Niccolò Delli, conocido en España como Nicolás Florentino y autor de El juicio final, que se sitúa en el cascarón del ábside de la catedral vieja de Salamanca.