crítico con la financiación que recibe la I+D+i y la precariedad laboral de los científico

El astronauta Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades

6/06/2018 - 

MADRID. (EP) El astronauta Pedro Duque será ministro de Ciencia, Innovación y Universidades en el Gobierno de Pedro Sánchez, han confirmado a Europa Press fuentes del entorno del jefe del Ejecutivo.

Pedro Sánchez fusiona de nuevo bajo un mismo departamento las competencias en Ciencia y Universidad que ya sumó José Luis Rodríguez Zapatero en el Ministerio de Ciencia e Innovación creado en su segundo mandato, y al frente del cual situó a Cristina Garmendia. Sin embargo, este organigrama no aguantó el año, ya que en su primera crisis de Gobierno, Zapatero decidió devolver las competencias de Universidades al ministerio de Educación, que capitaneó Ángel Gabilondo.

Nacido en Madrid en 1963, Duque es Ingeniero Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid (Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos) y es Académico Correspondiente de la Real Academia de Ingeniería de España (RAING) desde 1999.

Duque es el primer y único español que ha viajado al espacio por el momento. Ingresó a finales de 1986 en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) de la Agencia Espacial Europea (ESA), en Alemania, y en 1992 fue seleccionado para formar parte del Cuerpo de Astronautas de la ESA.

Tres años después, fue seleccionado como Astronauta Científico de reserva para la misión de Vida y Microgravedad del Spacelab (LMS), que voló en los meses de junio y julio de 1996 en el Transbordador de la NASA STS-78. En esta misión, Duque fue responsable de más de la mitad de los experimentos realizados.

Dos viajes espaciales

En 1996, pasó a formar parte de la Clase de Especialistas de Misión, en el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston. Gracias a esta preparación fue nombrado 'especialista de misión' en 1998, un requisito indispensable para desarrollar misiones en los Transbordadores de la NASA. Fue precisamente en 1998 cuando realizó su primer viaje espacial, en la misión STS-95 a bordo del Discovery.

Ya en 2001 fue destinado a la primera clase de entrenamiento avanzado para la Estación Espacial Internacional (ISS). Su formación, que le cualifica para los primeros vuelos europeos de larga duración a la ISS, concluyó en 2003.

Entre los premios que ha recibido, se encuentran la 'Orden de la Amistad' concedida por el Presidente Yeltsin de la Federación Rusa en 1995 y en 1999 la Gran Cruz al Mérito Aeronáutico, impuesta por el Rey de España, Juan Carlos I. Ese mismo año, Pedro Duque recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional junto con los astronautas Chiaki Mukai, John Glenn y Valery Polyakov.

Presidente de la empresa Deimos en 2006

Respecto a su faceta en el sector privado, en 2006 se convirtió en presidente ejecutivo de la empresa Deimos Imaging, S.L., dedicada a la explotación de datos obtenidos por satélites de observación de la tierra. En 2009 el satélite Deimos-1 se convirtió en el primer satélite español de observación de la tierra.

En 2011, Duque retornó a la ESA después de su excedencia y retomó su puesto de Astronauta, manteniendo las calificaciones para un posible nuevo vuelo espacial.

 

Más inversión, estabilización laboral y pactos, principales retos

El mundo científico han puesto de manifiesto en los últimos años su malestar por la bajada continuada de la inversión que ha sufrido desde 2009 la Ciencia, área que ahora asume el astronauta Pedro Duque dentro del Gobierno de Pedro Sánchez al frente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

La reivindicación es recuperar los niveles de inversión de los años pre-crisis, una petición a la que se han sumado también los rectores universitarios demandan desde hace tiempo un aumento de las inversiones.

La inversión en I+D+i en España se sitúa un 9,1% por debajo de los niveles de 2009, mientras que la mayoría de los países europeos han recuperado, e incluso superado en algunos casos, la inversión de los años anteriores a la crisis.

Además, la inversión de España en I+D+i fue del 1,2% del PIB en 2016, el mismo valor que hace una década, cuando la media europea se sitúa actualmente en el 2%. A ello hay que sumar la baja tasa de ejecución presupuestaria, según COTEC, que afecta principalmente a los créditos en I+D+i, frente a las subvenciones, de las que se ejecuta prácticamente la totalidad.

En una entrevista reciente con Europa Press, Duque se mostraba crítico con la financiación del Gobierno en materia científica en los últimos años, y abogaba por un aumento de la inversión para que España no se quede "atrás". Además, relacionaba esta falta de inversión con la precariedad laboral de los científicos españoles e insinuaba que España no contribuía económicamente lo suficiente en Ciencia a nivel europeo, cuando hacerlo es "ventajoso" para el país.

Precisamente, la equiparación salarial entre los científicos de Organismos Públicos de Investigación (OPI) y la estabilización laboral de los investigadores, son otros de los retos de futuro ministro.

Una de las demandas más largas realizadas por el colectivo científico es que el sistema de incentivos basado en la evaluación de méritos, sexenios y quinquenios que impera tanto en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIS) como en las Universidades se extienda al resto de los Organismos Públicos de Investigación (OPI) --en total hay seis--, algo que por Ley debería haberse aplicado desde 2014.

Pero la falta de un reglamento que regule estas retribuciones ha impedido que se cumpla, aunque el Real Decreto que en teoría debía aprobarlo lleve preparado desde 2014. Sin embargo, este año la Ley de los PGE de 2018 podría agilizar su aprobación, al permitir a los OPI la posibilidad de aumentar el gasto neto del personal investigador a su cargo.

Otro de los retos que deberá asumir el Ejecutivo socialista será que salga adelante la estabilización laboral de los investigadores en OPI, consorcios y fundaciones científicas, una medida de la que podrían beneficiarse más de 2.000 trabajadores y que recoge los PGE de 2018. Esta medida permitiría que trabajadores que hayan ocupado una plaza de carácter estructural de forma ininterrumpida en los últimos 3 años puedan tener contrato indefinido.

Otro asunto que el Gobierno de Mariano Rajoy dejó pendiente durante esta legislatura es la elaboración del Estatuto del Personal Investigador en Formación (EPIF), abierto a consulta pública desde finales de mayo, después de meses de negociación entre sindicatos y asociaciones. Una vez finalizado el periodo de consulta, este Estatuto tendría que pasar por cada uno de los Ministerios implicados, el Consejo de Estado y finalmente el Consejo de Ministros, donde quedaría aprobado.

Otro objetivo ampliamente defendido por el PSOE es atajar la 'fuga de cerebros', es decir, recuperar a los científicos españoles que se han ido al extranjero, más de 12.000 desde 2010, según datos de la Comisión Europea, lo que supone una pérdida del 9% de los investigadores en los últimos cinco años. También son muchas las voces que reclaman un Pacto por la Ciencia que dé solución a todos los problemas actuales que tiene el Sistema.

En los últimos meses, los socialistas, con Francisco Polo a la cabeza como Secretario de Emprendimiento, Ciencia e Innovación, han apostado por la I+D+i en su denominado Acuerdo de País para la Ciencia, donde muestran su deseo de alcanzar un ansiado Pacto por la Ciencia, recuperar un Ministerio exclusivo de Ciencia, y centrándose en tres ejes principales: el aumento de la financiación pública, la captación de talento, y la reducción de la burocracia, temas en los que deberá trabajar ahora Pedro Duque como ministro.

Universidades

A todas estas tareas, Duque tendrá que sumar las competencias en universidades y como actuación más inmediata materializar el anuncio de Méndez de Vigo de volver a situar la nota media en un 5 para acceder a una beca general, una reivindicación de rectores y estudiantes. Del mismo modo, deberá decidir si mantiene la intención del Ejecutivo de Mariano Rajoy de premiar la excelencia incrementando en 200 euros las becas de aquellos alumnos con nota de 8 y 9, así como implementar becas específicas para víctimas de violencia de género.

Además, ya el pasado mes de febrero los 76 rectores integrados en CRUE Universidades Españolas acordaron una estrategia para trasladar al Congreso de los Diputados y al Gobierno la necesidad de situar los "problemas" de la universidad "en primera línea de debate y preocupación", mediante un Pacto de Estado que dé respuesta a la "situación de urgencia de la vida universitaria". Los rectores esperaban que este acuerdo pudiera sustanciarse en una nueva ley de universidades o en una "reforma profunda" de la actual.

La reforma universitaria fue una idea que el primer ministro de Educación de Rajoy, José Ignacio Wert, retomó encargando a un grupo de expertos una propuesta de reforma universitaria que finalmente nunca vio la luz. El sucesor de Wert, Íñigo Méndez de Vigo, dio prioridad en su gestión al Pacto de Estado Educativo que finalmente también naufragó.

Este mismo año los rectores seguían reclamando más financiación estatal para las universidades, el desarrollo de medidas que mejoren la situación actual del profesorado y del Personal de Administración y Servicios (PAS), una reducción de las tasas universitarias y un aumento de las becas y ayudas a estudiantes.

Dentro de las acciones encaminadas a fortalecer el sistema universitario, la Conferencia también ve necesario que los claustros y consejos sociales cuenten con "mayor autonomía política y de gestión, sin dejar de tener un marco estatal mínimo de regulación".

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