CASTELLÓ. Tres días después de conocerse el balance del estudio realizado por el Consejo General de Economistas en el que se aseguraba que los castellonenses son los segundos -solo después de los madrileños- que pagarán más en 2018 en concepto de impuesto de bienes inmuebles (IBI), el concejal de Gestión Municipal, Antonio Lorenzo, ha aportado datos este miércoles de un muestreo realizado por técnicos municipales que certifica que la práctica totalidad de los inmuebles residenciales de la capital ha pagado en 2018 menos contribución respecto al año anterior.
El concejal sostiene que el equipo de gobierno local ha impulsado una reducción del coeficiente del IBI en los dos últimos años, que ha pasado del 0,7875% al 0,69%, por lo que el descenso ha sido de un 12,38%.
El informe de los economistas españoles situaba a Castellón en el segundo puesto en el ránking nacional de mayores aportaciones contributivas de este impuesto, con una aportación media a las arcas públicas de 419,8 euros en la capital de La Plana, solo por detrás de Madrid, con 439 euros de media por recibo.
Lorenzo ha querido subrayar otros datos que, según él, constatan la bajada de la presión fiscal en Castellón en los tres años de gobierno del Pacte del Grau. El Ranking Tributario de los Ayuntamientos Españoles, un informe anual elaborado por la Agencia Tributaria de Madrid, señala que la ciudad de Castellón ha pasado del puesto 32 en 2014 al puesto 38 en 2018 en el listado del esfuerzo fiscal absoluto por el IBI, por lo que entiende que "las políticas económicas del Pacte del Grau han supuesto un alivio fiscal de unos 9,8 millones de euros a la ciudadanía en el cobro del IBI urbano y rústico”, según explica Lorenzo. El socialista indica que ésa es la cantidad que se habría pagado de más si el gobierno municipal hubiera dejado los tipos impositivos como estaban hasta 2015, con el anterior gobierno.
El edil responsable del área de gestión municipal también ha reprobado que el PP mantuvo una política de fiscalidad ascendente durante 11 años, “llegando en 2011 a un coeficiente del IBI urbano del 0,87%”. En este sentido ha remarcado que “desde 2015 hemos estado gestionando las finanzas municipales teniendo en cuenta el contexto social y económico de las familias, por eso hemos conseguido una bajada del IBI del 12,38%”.
Si se aplica a la realidad estos datos fiscales, se puede ver -como señala el concejal- cómo una vivienda con una base liquidable de 100.000 euros pagó 787 euros por el IBI en 2015 y ha pagado 690 en 2018. Así, también se ha bajado el IBI de rústica, para favorecer la actividad agrícola y reconstruir el cinturón verde de la ciudad. Un propietario medio pagaba 607 euros en 2008 y ahora paga 350, detalla el concejal a través de un comunicado.
Por otro lado, Lorenzo también ha destacado la creación del Consejo Municipal de Inspección, que, entre otros objetivos, tiene el de luchar contra el fraude, así como la puesta en marcha de un plan bienal de control tributario, que pretenden contribuir a que “paguen todos los ciudadanos, para que todos los ciudadanos paguen menos”. El edil de Gestión Municipal ha subrayado también el incremento hasta el máximo legal de las bonificaciones culturales, sociales y medioambientales en determinados impuestos y tasas.