VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València cambiará el procedimiento de pago y de abono de facturas en el sector público local, esto es, en los organismos, fundaciones y empresas dependientes del consistorio. Un cambio con el que se pretende evitar robos recientes como el de la EMT de València o el del Palacio de Congresos. Así lo anunció este jueves la vicealcaldesa, Sandra Gómez, quien señaló que este viernes se dará el primer paso para acometer esta modificación de protocolos.
"Queremos evitar que esto vuelva a ocurrir", dijo Gómez antes de iniciar el pleno municipal. En ese sentido, este mismo viernes se ha convocado la Comisión técnica de Armonización del Ayuntamiento de València, conformado por altos funcionarios como el secretario de Contratación, el secretario de Hacienda, la Intervención municipal, Tesorería municipal y el concejal de Hacienda, el socialista Borja Sanjuán.
Lo que se va a hacer, fundamentalmente, es aprobar que el Plan de Armonización del sector público local del consistorio incluya algo que hasta el momento no contemplaba: un protocolo de pagos concreto, de manera que todos los organismos locales tengan que adaptarse a este método de efectuar los pagos y las comprobaciones de facturas, etcétera. Este protocolo de pagos, en el que está trabajando la Intervención consistorial, se llevará al pleno municipal el próximo mes y, tras su aprobación, quedará incluido en el mencionado plan.
Era de hecho una deficiencia señalada por la Intervención general en diferentes entes satélites del consistorio. Por ejemplo, en la EMT el órgano de control ha constatado que el fichero de proveedores no se recoge de forma íntegra y unitaria, que "cualquier persona" del departamento de Administración, Finanzas o Compras podía introducir datos "sin que se efectuase con posterioridad la pertinente supervisión", que no había una "adecuada segregación de funciones" entre el personal de estos departamentos, o que la contabilización de los pagos recurrentes se hacía manualmente en el programa de contabilidad y no automáticamente, entre otras cosas. Tampoco se revisan periódicamente los usuarios con permisos al fichero maestro de proveedores.
En cuanto al Palacio de Congresos, por otro lado, el informe de control anual especifica que "debería establecerse un procedimiento electrónico para conformar facturas, evitando emails que podrían ser hackeados", que "no se deja constancia de la supervisión de las conciliaciones de las cuentas bancarias y de caja" y que el alta en el fichero de proveedores se hace conforme a la primera factura remitida, sin necesidad de certificado bancario y sin confirmar que los datos son veraces, "por lo que puede existir un riesgo de suplantación de identidad". Que es, lo que a la postre, ocurrió en la estafa de 20.000 euros en el organismo.
De hecho, según explicaron fuentes municipales sobre las actuaciones que se van a llevar a cabo, una de las medidas que es preciso acometer es mejorar la gestión del fichero maestro de proveedores para evitar precisamente suplantaciones de identidad o intentos de engaño como los que ya se han detectado en el seno del consistorio y que han acabado abortándose al advertir los empleados el fraude.