VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València pedirá la nunlidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) del nuevo Mestalla. Así lo ha anunciado este lunes la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano de la ciudad, Sandra Gómez, tras los reiterados incumplimientos por parte del Valencia Club de Fútbol en los plazos administrativos marcados en el acuerdo urbanístico.
Es una de las conclusiones del informe jurídico elaborado por la concejalía que dirige Gómez sobre esta actuación urbanística, tras la petición del club de prorrogar 5 años la ATE, y que ha presentado este lunes a los medios de comunicación. "A día de hoy no se ha ejecutado nada que pueda verificar que el Valencia ha cumplido con alguno de sus compromisos", ha dicho Gómez. "No solo hay una obra en marcha sino que no hay ningún proceso abierto para iniciarlas", ha insistido.
El club presentó hace unas semanas un plan para prolongar la ATE cinco años, de 2025 a 2030, con el compromiso de empezar en enero de 2022 el polideportivo y retomar las obras del estadio en 2024 para acabarlo en 2026. El conseller de Ordenación del Territorio, Arcadi España, calificó entonces de “bastante flojo” el plan presentado por el Valencia y aseguró que no pasaba de una mera “declaración de intenciones”.
"A la hora de dar una prórroga, hay que acreditar que el promotor haya dado algún paso en este sentido. En este sentido, todos los informes confirman que hay una inactividad total por parte del Valencia", ha insistido Gómez, para continuar asegurando de que si el Valencia quiere una prórroga debe acreditar un "motivo de fuerza mayor que le haya impedido llevar a cabo sus compromisos".
El club adujo que no había podido desarrollar las actuaciones por los problemas en la venta de las parcelas del antiguo Mestalla y por el estallido de la pandemia de coronavirus. "No son causas suficientes que permitan exonerar al promotor de cumplir con sus obligaciones", ha destacado la vicealcaldesa, quien ha calificado de "causas internas imposibles de verificar" las excusas del Valencia. Además, Gómez ha subrayado que el proceso de compraventa se inició en 2018 y no fue hasta justo antes de la crisis de coronavirus cuando se rechazó la oferta.
En este sentido, la concejala de Urbanismo ha señalado que el club no había presentado ningún proyecto de obra, que "no depende de la capacidad financiera sino de la voluntad".
El club se había comprometido a realizar las obras de urbanización del entorno del Nou Mestalla y la construcción del nuevo estadio, además de desarrollar del terciario en las parcelas y un nuevo polideportivo de Benicalap. "Durante los dos últimos años hemos requerido e instado continuamente al Valencia a que acreditaran que iban a cumplir sus compromisos y no hemos visto avances importantes", ha destacado Gómez. "No ha habido un paso en firme para acreditar esa voluntad y lo último que teníamos al respecto era la solicitud del club para prorrogar 5 años más la ATE".
"No procede la prórroga de la ATE", ha sentenciado la vicealcaldesa, que es la postura jurídica del Ayuntamiento. No obstante, Gómez ha aclarado que pese a la "pasividad" del club, es competencia de la Conselleria de Obras públicas decidir "bajo su criterio jurídico" proceder a esa prórroga.
En ese caso, si la Generalitat Valenciana optara por otorgar la prórroga, Gómez ha puesto dos condicionantes a la administración autonómica: que pida al club che una fianza para la construcción del 100% del pabellón de Benicalap por si hay un incumplimiento, y que ascendería a entre 5,7 y 6,8 millones de euros; y que exija también al Valencia una "garantía o un aval especial" para que se pueda acreditar que la prórroga viene acompañada con la voluntad firme de acabar con la actuación urbanística.
El 15 de mayo de 2015 se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia el anuncio de la aprobación del acuerdo que el Consell había adoptado tres años antes. La ATE, que formalmente arrancaba a los 15 días de esa publicación, tiene 10 años de duración pero incluye una serie de plazos intermedios.
Uno de ellos, de hecho, caducaba a los seis años, el pasado sábado 15 de mayo de 2021, cuando debía estar acabado el Nou Mestalla, cuyas obras llevan más de doce años paralizadas. Esta fecha límite, sin embargo, se retrasó hasta finales de agosto debido a la paralización de los plazos administrativos con motivo del estado de alarma declarado en 2020 a raiz de la pandemia de coronavirus.
Igualmente, en este plazo se debía haber construido el pabellón que previo a este acuerdo urbanístico el club se comprometió a construir en el barrio de Benicalap, entre otros hitos. Según el plan inicial sería ahora cuando se demolería el actual estadio y se pasaría a la fase de urbanización de esta zona.
Entre las condiciones que publicó aquel BOP número 91 estaba el “incumplimiento por el promotor de las condiciones y plazos de ejecución estipulados en la presente Resolución y el Convenio determinará su sustitución, o la caducidad de la ATE, con incautación de las garantías prestadas, previa audiencia al interesado”.
Asimismo, establecía que “la declaración de caducidad conllevará la reversión, retroacción y reposición de bienes, actuaciones y obras, así como, en su caso, la derogación de previsiones del planeamiento, en los términos que resuelva la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente”.
Para el Valencia la caducidad de la ATE puede suponer la pérdida de cerca de cuarenta mil metros cuadrados y un impacto económico que puede rondar los quince millones de euros. Llegados a este aniversario de la publicación e incumplidos de facto los plazos, la Generalitat debe decidir en los próximos meses el futuro de la ATE.