El Ayuntamiento estudia reubicar los conciertos acústicos de Fallas tras la cancelación

VALÈNCIA. “Una espinita clavada”. Con estas palabras el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, habló de la cancelación de los conciertos acústicos previstos en la base de la falla municipal de este año, una de las grandes apuestas de este año que, sin embargo, fue un visto y no visto. Y todo sin salir del Ayuntamiento de València. A instancia del área de Protección Ciudadana, liderada por la socialista Anaïs Menguzzato, no se llevó a cabo la ambientación musical al estimar que la seguridad no era suficiente como para desarrollar la actividad con normalidad. Con un presupuesto –solo en la parte musical- de 13.522 euros y una cancelación in extremis la pregunta ahora es qué pasa con el contrato, las consecuencias que tendrá para el consistorio el volantazo en la organización de los conciertos. “No podemos precisar”, admitió Fuset en un encuentro con la prensa para hacer balance de las Fallas de 2017.

Esta propuesta nació, en palabras del edil, "con la mayor buena voluntad del mundo" y para que "todos los valencianos y visitantes pudieran celebrar la fiesta y tener una oferta distinta" a la hora de elegir, "una ambientación musical de bajo formato con una megafonía que no alcanzaba la mitad de la plaza". Sin embargo, la “disparidad de criterios" al respecto de las medidas de seguridad cambió los planes a última hora. "La Policía Local consideró oportuno, a pesar de que se contaba con seguridad privada y con ambulancia, suspenderlo", concluyó Fuset. Previstas para los días 16, 17 y 18 de marzo, las actuaciones podrían, de alguna manera, reconvertirse y formar parte de un acto municipal, en caso de llegar a un acuerdo las partes. “Si es posible en el futuro se recuperará", añadió el concejal de Cultura Festiva.

Preguntado por la posibilidad de reubicar las actuaciones, Fuset sí indicó el “interés en seguir contando con ellos”, un ajuste que desde la concejalía se está estudiando, dejando abierta la posibilidad de poder ajustar el calendario para que participen en otros programas que se llevan a cabo en la ciudad. La Habitación Roja, Smoking Souls y Tórtel eran los elegidos para llevar su música a los pies de ‘València, Ca la Trava’, el pirulí creado por Manolo García que ardió el pasado domingo en la plaza del Ayuntamiento. Según estaba previsto, el escenario lo conformaría los 10 metros de diámetro de la base de la falla, una actividad que conseguía su objetivo de generar un proyecto interactivo, una de las condiciones que desde el consistorio se pidió a aquellos que se presentaron al proceso de selección para firmar la falla municipal. Por ejemplo, en el caso del proyecto infantil, firmado por Anna Ruiz Sospedra y Giovanni Nardin, los niños podían entrar en la falla en unas horas determinadas.

El anuncio y cancelación fue tan a última hora que pilló por sorpresa al grupo La Habitación Roja de camino a la mascletà en el mismo día en que iban a actuar. "A lo mejor lo han hecho un poco a contrarreloj y no se ha pensado, o se ha hecho más con el corazón que con la cabeza", manifestó el cantante Jorge Marí, en declaraciones recogidas por Europa Press. El grupo valenciano expresó entonces su "decepción" por la cancelación del concierto acústico, una actuación “sencilla” que no requería de amplificadores. "Se ve que no se han podido aclarar con los permisos y que había una serie de problemas de tipo logístico o dentro del ámbito político", declararon todavía sin conocer detalles al respecto, a pesar de que quedaban pocas horas para que se llevara a cabo el frustrado concierto.

El jurado profesional se queda

Mas allá del aspecto musical, una vez pasados los días festivos, también es momento de hacer balance de otros aspectos. Entre otras cosas, Fuset aclaró que el año que viene, además de mantener el presupuesto para las fallas municipales (170.000 euros en el caso de la grande y 25.000 euros en el de la infantil), se mantendrá la fórmula de jurado externo aunque, eso sí, cabrían modificaciones en las entidades representadas en el mismo. Así, que seguirá la fórmula del “jurado no político", aunque "probablemente se irán alternando los componentes, las personas físicas y las instituciones que lo han integrado". En el caso de la falla grande los miembros del jurado fueron propuestos por la Federación de Fallas con Ingenio y Gracia, la Asociación Profesional de Diseñadores Valencianos, el Gremio de Artistas Falleros de Valencia, el Círculo de Bellas Artes y la Universitat de València. En el caso de la infantil, el jurado se formó a propuesta de la Interagrupació de Falles de València, la Asociación Profesional de Ilustradores Valencianos, el Gremio de Artistas Falleros, el Instituto Universitario de Innovación Educativa y Creatividad y la Universitat Politècnica de València.

El responsable municipal se refirió también a los "elementos" que se tuvieron en cuenta para elegir el monumento del Ayuntamiento de València de 2017 destacando, además de la interactividad, el material usado pues, además trabajar actualmente en un estudio sobre el impacto ambiental de la 'cremà', este mismo año la Universitat Politècnica de València sumó dos ninots de paja de arroz al proyecto de Manolo García. Por otro lado, Fuset destacó que este año el Bando de Fallas, “que han cumplido la inmensa mayoría de las comisiones”, ha sido más concreto y ha contemplado más escenarios. Así, se estableció la reducción de días de carpas en la calle -que seguirá ajustándose con una "reflexión necesaria" aunque en algún caso su instalación es "imprescindible"- y la ubicación de los mercadillos a un lado de la calle para mejorar la movilidad del visitante, también se pasó de las parrillas a los food trucks. De esta forma, el titular de Cultura Festiva apuntó a que el bando del próximo año se desarrollará desde una perspectiva más “global” e implicará a entidades vecinales, hostelería y comercio.