Urbanismo acelera el cambio de planeamiento, anunciado en agosto de 2015, ante las críticas por el retraso y las dudas con respecto a la propiedad de la fábrica
VALENCIA. Una nueva fecha para desbloquear la situación de La Ceramo. La antigua fábrica de tejas y mayólicas, abandonada desde hace años, verá desbloqueado su proceso de rehabilitación, al menos desde el punto de vista administrativo. El Ayuntamiento de Valencia se ha comprometido a licitar la redacción del proyecto antes de verano, un primer paso que determinará la partida presupuestaria necesaria para llevar a cabo la obra que, según confirman desde la corporación municipal, se incluirá en los presupuestos municipales de 2017.
Desde la concejalía de Urbanismo, liderada por el socialista Vicent Sarrià, ya se han concretado los usos que quieren ubicar en la histórica fábrica, en cuyos hornos se han creado piezas que hoy decoran la Estación del Norte o el Mercado Central. Por un lado, una parte expositiva que explicará la historia de la fábrica y de la tradición cerámica en la Comunitat Valenciana, así como una rehabilitación de los hornos e instalación de espacios dónde puedan realizarse talleres en colaboración con las entidades vecinales.
Del mismo modo, han verbalizado su intención de realizar un convenio con el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias ‘González Martí’, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, para destinar una parte de La Ceramo a exponer piezas de su colección como exposición permanente. Esta reformulación se plantea después de que el gobierno central descartara la adquisición del inmueble para adscribirlo al museo, una compra que calificó de “inasumible” por la “cuantiosa inversión” que suponía, aunque el director del centro se ha mostrado en más de una ocasión proclive a la creación de una segunda sede en Benicalap.
Con la fecha de inicio de la rehabilitación prevista para 2017, el primer paso sigue estancado. El pasado mes de agosto, el concejal coordinador del área de Desarrollo Urbano y Vivienda anunció el encargo al servicio de planeamiento la modificación puntual del PGOU para que la fábrica se catalogue en su totalidad como Bien de Relevancia Local (BRL). La edificabilidad prevista de 3.200 metros cuadrados se trasladará así a otra parcela del barrio, garantizando la compensación dotacional que exige la legislación.
Sin embargo, todavía está por aprobar el traslado de la edificabilidad a otro espacio de los 600 metros cuadrados del total que son propiedad de una entidad bancaria, así como el posterior cambio de planeamiento y ficha del catálogo pues la actual como BRL mantiene la parcela como edificable. La falta de resolución de este punto, que mantiene paralizado el proceso, contrasta con la justificación del propio Ayuntamiento al Síndic de Greuges que, ante nuevas denuncias por su estado, proclaman que la fábrica es de titularidad municipal desde 2015.
“La antigua fábrica ‘La Ceramo’ ha pasado a ser titularidad municipal en 2015, habiéndose incluido recientemente entre los inmuebles patrimoniales que se están estudiando desde los Servicios Centrales Técnicos”, reza un texto emitido desde el Ayuntamiento de Valencia al Síndic de Greuges que insta tanto al gobierno municipal como a la Conselleria de Cultura a que “extremen sus esfuerzos para rehabilitar” la fábrica de tejas y mayólicas. La nueva recomendación, emitida este mismo mes de abril, responde a las quejas de la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Valenciano, quienes pedirán de nuevo explicaciones sobre el expediente.
El estado de la centenaria fábrica, levantada en 1889 por Josep Ros y Furió, ha sido objeto de numerosas denuncias en los últimos meses. La última de ellas tuvo por objeto el desprendimiento de tejas de los cupulines que presiden la característica portada, de estilo neomudéjar, de la fábrica. Meses antes, el Ayuntamiento tuvo que actuar de urgencia en una parte de la cubierta, tras el hundimiento de esta, que presentaba filtraciones de agua y abundante vegetación.
"Queremos ver actuaciones de urgencia reales e inmediatas sobre todos y cada uno de los expedientes que tenemos abiertos desde hace años", explica el presidente de la asociación Círculo emisora de la queja, César Guardeño. "El anterior consistorio ya tenía, supuestamente, la mayoría de los expedientes en marcha, con estudios técnicos, inspecciones... Es hora de dejar de prometer y aceptar las recomendaciones después incumplidas. Estamos cansados de escuchar cantos de sirena. Toca ponerse a rehabilitar ya, sin más excusas ni dilaciones".