VALÈNCIA. El informe de fiscalización que la Sindicatura de Comptes acaba de publicar sobre el Ayuntamiento de València revela algunas deficiencias que, si bien resultan reprochables desde el punto de vista estrictamente contable, resultan llamativas por las cuestiones a las que afectan.
Es el caso de los "incumplimientos significativos" que el ente aflora respecto a la gestión de los fondos públicos, en concreto en el orden de pagos previsto en la Ley Reguladora de las Haciendas Locales.
Así, la Sindicatura de Comptes destaca que en el plan de disposición de fondos del ejercicio 2017, el Ayuntamiento no ha respetado el orden establecido en el artículo 187 de la citada ley, en la medida en que ha dispuesto que los pagos de las ayudas sociales y gastos derivados de la aplicación de la Ley de Dependencia tienen prioridad sobre los pagos de las obligaciones contraídas en ejercicios anteriores.
En este sentido, el Consistorio sigue el mismo criterio que ya venía aplicando el anterior gobierno municipal en cuanto al orden de pagos y que ya le costaron une reprimenda en el informe de fiscalización que se llevó a cabo sobre la gestión de los recursos públicos municipales en 2013.
El plan de disposición de fondos del Ayuntamiento de València se incluye en los planes de tesorería que se actualizan mensualmente tras ser aprobados por el interventor, el alcalde y el tesorero.
El mencionado plan de disposición de fondos establece un orden que prioriza "correctamente" los gastos derivados de la deuda pública y, en segundo lugar, los gastos de personal.
"Se incluyen, sin embargo, incorrectamente los pagos de las ayudas sociales y gastos derivados de la aplicación de la Ley de Dependencia, con prioridad sobre los pagos de las obligaciones contraídas en ejercicios anteriores", destaca el informe.