VALENCIA. Que la antigua milla de oro de Valencia se está reconvirtiendo es ya un hecho. Hace unos meses perdía una de sus últimas estrellas, la firma francesa Hermès, especializada en moda y accesorios de lujo, donde ahora gana un inquilino que poco tiene que ver con bolsos y pañuelos. Y es que el número 1 de la calle Salvà, pegada a Poeta Querol, estará ocupado por un nuevo restaurante del Grupo Saona. 

De lo que fue antaño, sobreviven en la zona Louis Vuitton, Lladró, Michael Kors o Salvatore Ferragamo, pero las pérdidas han sido más duras. Nespresso,  Prénatal, Montblanc, Tommy Hilfiger, Ermenegildo Zegna, Roberto Cavalli, Timberland o Bulgari. Un goteo constante de cierres desde que llegara la crisis en 2008 en unas tiendas surgidas al calor de la America's Cup y su público de alto poder adquisitivo. 

Las firmas de lujo han cogido miedo a la calle por la disponibilidad existente y aunque era la referencia elitista de la ciudad, muchas marcas de este perfil se han derivado a Jorge Juan y Hernán Cortés que se han visto reforzadas por firmas como Purificación García, Javier Simorra, Kos o Folli Follie. 

Sin embargo, la Plaza del Patriarca, donde da el antiguo bajo de Hermès, se está convirtiendo en un lugar atractivo para la llegada de negocios de restauración y hostelería. El Grupo Saona ha decidido abrir un nuevo concepto de local, llamado Tagomago, y del que aún no han explicado cómo será aunque tendrá un aire a Turqueta, su última creación en Gran Vía Marqués del Túria, 35.

De restaurantes bajo el nombre de Saona, los primeros en ponerse en marcha del grupo, ya acumulan un total de cuatro en la ciudad de Valencia y dos en Jávea.