VALENCIA. La Conselleria de Educación ha saldado la deuda con la Escuela Infantil abonando la cuantía económica del bono del año pasado y se dispone a hacer lo propio con la ayuda actual. Esta semana se han publicado los listados definitivos de familias beneficiarias durante el curso 2016-17. Y de entrada el sector, que aún no ha tenido tiempo de analizar los datos con detenimiento, se queja del momento escogido. Al llegar cuatro meses después de empezar el curso, y coincidiendo con las próximas fiestas navideñas, las escuelas y las familias temen no tener a tiempo toda la documentación requerida.
“Lo que nos molesta es que hayan tardado tanto y siempre hagan coincidir todo esto con las fechas vacacionales, cuando se complica la gestión con las familias”, asegura Maria José González-Mayo, secretaria de la plataforma Salvem 0-3. En concreto, hace referencia a tres problemas concretos: los plazos reducidos para justificar los pagos, la premura para presentar los bonos físicos y que el único mes para presentar recursos de reposición contra la resolución de la Generalitat coincida en buena parte con las fiestas. Cabe recordar que los niños estarán de vacaciones del 23 de diciembre al 9 de enero.
Por un lado, la Generalitat ha puesto a disposición de las escuelas una aplicación informática donde deben introducir los datos de beneficiarios. Se encontrarán con ella por primera vez el lunes 12 de diciembre, pero solo tendrán hasta el viernes 16 para mandar los listados. “Es una aplicación nueva y desconocida, por lo que no sabemos cómo funciona y si todo irá bien. El agobio que tiene la gente es que no nos dejan ver el programa”, explica.
Algo similar ha sucedido con los bonos físicos. La Generalitat debe enviarlos a los centros, ellos han de pasarlos a las familias y finalmente se envían de vuelta firmados. “Todavía ni siquiera los hemos recibido porque la resolución acaba de salir y quieren tenerlos para principios de enero”, relata. De hecho, la Generalitat había establecido un plazo de recogida del 1 al 15 de diciembre, que lógicamente ha modificado del 9 al 13 de enero al retrasarse la resolución. “Los niños se van de vacaciones en dos semanas y no vuelven hasta el día 9, así que nos tocará perseguir a las familias para cumplir”, afirma.
LAS VACACIONES SE VERÁN EMPAÑADAS POR Los plazos reducidos para justificar los pagos, la premura para presentar los bonos físicos y LOS recursos DE REPOSICIÓN DERIVADOS
El gran problema, no obstante, podría ser el plazo para presentar recursos de reposición en el caso de las familias que se han quedado fuera de la ayuda. Como es habitual en los procedimientos administrativos, tienen un mes desde la fecha de publicación, lo que quiere decir que podrán presentar alegaciones hasta el 8 de enero. Un tiempo que las escuelas infantiles ven “insuficiente” teniendo en cuenta que está la Navidad de por medio y que la carga de asesoramiento a los padres recaerá en los propios centros. “Las escuelas hacemos lo que podemos para ayudar a las familias pero hay cuestiones que no controlamos y que no nos competen”, insiste González-Mayo, quien espera que el año que viene se tramiten las ayudas “directamente por Conselleria.
La Conselleria se justifica respondiendo que al 93,33% de los solicitantes se les ha concedido la ayuda, lo que quiere decir que hay más de 36.000 niños receptores y pocos descartados. “Nosotros tenemos dudas, creemos que esto no es tan así y por eso hemos enviado plantillas a todos los centros para recopilar datos sobre los excluidos”, explica la portavoz, quien añade que solo en su escuela “hay 14 o 15 descartes”. El no acceso al bono infantil puede deberse tanto el nivel de renta (que no puede ser superior a 2000 euros), como a cuestiones relacionadas con Hacienda o falta de documentación.
Al bono aún le queda camino por recorrer. Después de la resolución, viene el proceso administrativo para realizar el pago, que puede ser mucho más dilatado. Cabe recordar lo acaecido con la ayuda de 2015, cuya convocatoria tuvo lugar en junio y fue resuelta en noviembre de ese mismo año, pero no se acabó de ingresar por completo hasta bien entrado noviembre de 2016. “Queremos pensar que esta vez, si han dado unos plazo tan cortos para los trámites y las alegaciones, es porque van a pagar pronto”, reflexiona González-Mayo, quien recuerda que normalmente el bono “se intentaba pagar dentro del año.
Con respecto al foro específico para tratar problemas del sector que todavía está pendiente de convocarse, la primera cita del mismo sigue sin celebrarse. Las escuelas reconocen parte de su responsabilidad. “Ellos nos han pedido una serie de requisitos y nosotros estamos debatiéndolo de manera interna”, detalla la portavoz de Salvem 0-3. Concretamente, las escuelas infantiles tendrán que entregar un informe de situación en diciembre, en el que actualmente están trabajando, además de un borrador de normas de funcionamiento de dicho foro, para lo que tienen de plazo hasta enero. Una serie de cuestiones que, lejos de aligerar su carga burocrática, no hacen sino incrementarla.
“Al final ha pasado lo que decíamos, y es que un cambio de sistema de esta magnitud requiere de más tiempo para implantarse de manera correcta”, concluye la portavoz del sector, “porque por mucho que hagamos los centros y el personal de Conselleria, la resolución llega muy tarde y obliga a las familias a meterse en recursos cuando estamos a seis meses de que se acabe el curso”.