VALÈNCIA. (EP) Los partidos del gobierno valenciano han acordado este martes mantener su "cordón democrático" contra Vox en Les Corts, sin apoyar ninguna de sus iniciativas. El PSPV también analizará caso por caso si participar en debates electorales o en medios con este partido, mientras Compromís no lo hará "siempre que sea evitable" y Unides Podem se niega a "compartir espacio con el fascismo".
Por contra, el PPCV lo ve como una cortina de humo y "fuegos artificiales" para excluir a un partido que ha salido de las urnas y Ciudadanos cree que es una postura electoralista que "desprestigia" al parlamento autonómico.
Así lo han expuesto los portavoces del Botànic y de la oposición en rueda de prensa tras la junta de síndics, en relación a la polémica desatada la semana pasada al dudar Vox de la veracidad de las cartas amenazantes recibidas por varios ministros, en el marco de la campaña de las elecciones madrileñas del 4M. Esto llevó a cancelar un debate radiofónico de balance mitad de legislatura en la Comunitat.
Manolo Mata (PSPV) ha defendido que el cordón a Vox es lo que llevan haciendo en el Botànic desde que llegó a Les Corts en 2019 "con un programa muy claro de destruir las autonomías". "No se puede generar ninguna complicidad con ellos, aunque ellos mismos intenten blanquearse y hacer propuestas razonables", ha reivindicado.
Por tanto, en su opinión no ha cambiado la postura hacia la "extrema derecha" y es "clarísima: absoluto respeto a las personas y cierta repugnancia a las ideas". Ha lamentado así que tuvieron que hacer el "sacrificio" de no ir al debate programado este lunes en Cadena SER Valencia, lo que ve como una muestra de solidaridad y unidad de acción.
A partir de ahí, Mata ha avanzado que cada diputado socialista utilizará su turno contra Vox como quiera porque es "el único instrumento para confrontarles" y "el debate es de palabras", mientras que la asistencia a los debates se analizará en cada caso y él "seguramente nunca" lo haga.
Pero el drama, a su juicio, es la "complicidad que le está dando el PP, que no pasa en Europa, o normalizar que Isabel Díaz Ayuso solo pueda ser presidenta con su voto". Ha lamentado que Madrid le 'reglota' (repite) "mucho" porque parece el eje de la política cuando son seis millones de ciudadanos: "No es el reflejo sociológico de España, no tiene componente rural y sus índices de calidad de vida no tienen nada que ver".
De Compromís, Fran Ferri ha recordado que el Botànic "directamente rechaza" todo lo que proponga Vox, ha asegurado que ese pacto continúa vigente y lo ha definido como un cordón democrático más que sanitario.
Ha avanzado que cada uno de sus compañeros de bancada hará uso de las réplicas como considere; "no para entrar en el marco de la ultraderecha ni en sus debates o iniciativas, sino para desmontarlos".
"Vox no respeta los derechos humanos y, por tanto, es fascista", ha resumido Ferri, ya que cree que sus campañas se parecen más "a las que utilizaban los nazis en los años 30 que las de un partido del XXI".
Y Pilar Lima (UP) ha coincidido en decir "basta" a Vox y ha ido más allá al garantizar que no compartirán debates en medios con "estos miserables" y que utilizarán cada turno para defender los derechos humanos: "No podemos mirar hacia otro lado. Hemos decidido pasar a los hechos y no vamos a compartir espacios con un partido nazi".
Aunque serán "respetuosos" con lo que decidieron los valencianos en 2019, ha hecho hincapié en que es necesario este "escudo" para evitar el blanqueamiento de Vox ante "el clamor social pidiendo aislarlos". "Esto no es solo la Comunidad de Madrid", ha avisado recordando la frase del 'president' de la Generalitat, Ximo Puig (PSPV), de que hay que ser intolerante con los intolerantes.
Entre la oposición, la síndica del PP, Isabel Bonig, ha condenado cualquier acto agresivo o de violencia pero ha garantizado que estarán en todos los debates con Vox porque "es un partido que puede gustar más o menos, igual que Compromís o Podemos". Ha afeado al Botànic su "doble moralidad de buenos o malos" y que intenten "excluir a un partido legítimo en el parlamento, la casa de la palabra".
Bonig ha rechazado cualquier cordón sanitario y "este sectarismo que se está implantando en la política española y valenciana" y ha lamentado que se cancelara el debate de mitad de legislatura. "Eso es lo importante, todo lo demás son fuegos artificiales y una cortina de humo. El PP no va a entrar en ese fuego", ha garantizado.
Es más, ha asegurado que estas polémicas solo les interesan a los políticos y ha advertido que "flaco favor" se hacen si condenan las agresiones cuando son contra un partido. También ha reconocido que el diputado provincial del PP Alejandro Morant retiró su mensaje en Facebook dudando de las amenazas, unas palabras que ve desafortunadas y que son "de la competencia" del presidente de la Diputación y del partido en Alicante, Carlos Mazón.
De Cs, Ruth Merino ha defendido el diálogo con todos los partidos elegidos democráticamente porque "hay que convencer con la palabra y sentarse a escuchar al que piensa diferente", además de condenar "cualquier tipo de violencia, sin matices, vaya a quien vaya".
Se ha mostrado en contra del cordón sanitario, especialmente por parte del PSPV, y ha alertado que esto "desprestigia a Les Corts" porque el resto de partidos tienen derecho a contradecir a Vox y, a su juicio, no es lo mismo que hacer una línea roja al fascismo.
Y por parte de Vox, Ana Vega ha denunciado que la postura del Botànic es "extremadamente grave y crispa el ambiente desde la extrema izquierda", tras condenar cualquier tipo de violencia. Ha exigido al tripartito que "se pongan a trabajar por los ciudadanos, que para eso les pagan y les cuesta levantarse, y se dejen de circos y pantomimas".
Les ha acusado de trasladar el debate a la calle "como dijo Zapatero" y ha asegurado que Vox sufre "atentados muy graves", además de afirmar que Puig "desacreditó" a los socialistas al decir que él debatiría con todos los partidos.