El Bouet, envite de sabores

VALENCIA. Mientras el nivel gastronómico, el medio y el medio alto, sigue in crescendo en Valencia, mientras espacios como el Mercado de Colón se posicionan para conquistar a foodies y buscadores de ‘menús ejecutivos’, Ruzafa acumula sin cesar una oferta tan numerosa y dispar que es difícil hablar de un polo gastronómico comparable para la ciudad. Precisamente el volumen y la eclecticidad del distrito distorsionan el valor de algunas de sus cocinas más sobresalientes.

La de El Bouet mide cuatro metros cuadrados. El espacio es una metáfora sobre la capacidad de concentración de sabores que se acumula en los platos que de allí salen. En febrero de 2011, el cocinero Tono Pastor y el jefe de sala César Lopo se unieron para poner en marcha este proyecto. Fue un amor de invierno, a primera vista, de los que duran. Ambos admiten a Plaza que el salto a un local de mayores dimensiones es inminente, pero por el momento esta suerte de restaurante de tapas, de taberna gourmet, de gastronomía para la diversión, sigue latiendo en su establecimiento original.

Pastor, tras años en un proyecto de restauración de corte cuadriculado (entre gestión de cafeterías y caterings de eventos), encontró en Lopo al emprendedor cuyo entusiasmo todavía destaca en la sala. Ese valor es, precisamente, el eje diferencial para que hayan generado una cartera de clientes que solapa la agenda prácticamente durante todo el año.

(Lea el artículo completo en el número de marzo de Plaza)