El buen olfato de Odo7: el Dj que mezcla olores

VALENCIA. "Nada es más memorable que un olor. Un aroma puede ser inesperado, momentáneo y fugaz y, a la vez, evocar toda una infancia entre montañas". La ensayista americana Diane Ackerman concentraba en estas palabras el poder de una fragancia. En frasco pequeño. El olor, sin embargo, no tiene por qué ser fruto del azar, sino resultado de la intención personal de aquel que lo elige para si mismo o, también, de una campaña empresarial. En cualquier caso es un terreno poco explorado, especialmente en el ámbito artístico, espacio que ha aprovechado el austríaco Erich Berghammer, conocido popularmente bajo el pseudónimo Odo7, para atacar el olfato en entornos poco usuales. 

Tras trabajar en distintos proyectos artísticos y para marcas como Tommy Hilfiger o Jean Paul Gualtier, el autoproclamado Dj de los olores ha llegado a Valencia de la mano de la artista Luciana Novo. La joven argentina presentó en la galería de arte contemporáneo Luis Adelantado su proyecto Possibility of Landscape, un paisaje soñado y colorido al que se suman las refrescantes esencias de Berghammer. La producción escultórica representa un espacio montañoso de tonos artificiales y aromas a tierra y limón. Además, para la inauguración, generó tres bebidas con fragancia: de caramelo, limón y pimienta; champagne falso; melocotón-banana y vino tinto con toque de flor de azahar.   

- Cuando hablamos de ser Dj de aromas, ¿a qué nos referimos?
-Empecé en 2002, después de ir a al concierto de un artista japonés en una casa a las afueras de Amsterdam. Todo era perfecto: la música, la luz, los trajes y la decoración, pero se olvidó de diseñar también un aroma para la velada. El terrible olor a comida podrida destrozó la actuación, era imposible concentrarse y disfrutar del concierto, así que desde ese momento decidí usar los olores como un medio para expresar el arte. Esto ya se había hecho antes, antiguas culturas usaban los aromas desde un punto de vista profesional en proyectos de arte o entretenimiento.

 -Trabajas principalmente en colaboración con otros artistas, ya sean plásticos o músicos, o marcas como Christian Dior, ¿cómo creas un aroma para un proyecto ajeno?
- Para crear un aroma necesito básicamente información sobre la temática, la gama de colores y el sonido. Cada detalle sobre estos para crear un olor que vaya en armonía. Debo dar con una fórmula que lo refleje todo. Es una cuestión muy lógica. Tenemos tres sentido muy cercanos el uno al otro: vista, sonido y olor. Estos son, además, los canales de comunicación más importantes. Para combinarlos bien es necesario que encajen perfectamente.

-Mediante tu trabajo te has vinculado a Tommy Hilfiger, la Rome Fashion Week, Vogue o Jean Paul Gaultier, ¿qué tiene la industria de la moda para que se haya convertido en la que más incluye tu trabajo? 
-La industria de la moda es inteligente pero también muy conservadora, los diseñadores se preocupan mucho de que la atención vaya a parar en los aromas y no en sus creaciones. De hecho, muchos de ellos no conocen este mundo de una manera profunda. No es algo que se enseñe en las escuelas, el conocimiento sobre esta materia, incluso entre aquellos con una educación exquisita, está muy restringido e incluso genera algún tipo de miedo. Sí soy consciente de que esto está cambiando de forma lenta. Dicho de una forma simple, en todos los sitios hay olores propios, pero, ¿por qué dejarlo en manos de la coincidencia, como el que desprende la comida, cuando hay una manera de trabajarlo de manera consciente? Los aromas tienen una influencia extrema en nuestro bienestar, percepción y humor.

- Uno de los proyectos más especiales en los que has participado fue la creación de aromas en una iglesia para acompañar un concierto de música clásica...
-Este es uno de los proyectos más poderosos e impresionantes en los que he participado, solo se involucraba lo superlativo. Imagina un coro de 500 cantantes, una orquesta de 70 músicos tocando el Requiem de Mozart en una capilla de más de 900 años, todo acompañado por aromas clásicos, relacionados con la iglesia, el lugar de nacimiento de Mozart y la temática y sonido de la música. Todo tuvo lugar en la ciudad de Leiden, cerca de la Haya.

-¿Cómo surgió la colaboración con Luciana Novo?
-La colaboración con Luciana se basa en el amor. Nos conocimos en una boda en Argentina hace un par de meses. Estamos profundamente conectados a muchos niveles, entre ellos, el arte. Conforme iba viendo crear su increíble trabajo le sugería añadir olores, transformarlo en aromas. El trabajo de Luciana irradia luz, sus paisajes montañosos son muy coloridos, pero también hay mensajes escondidos en cada una de sus instalaciones, su background es argentino. Todo esto había que combinarlo en una sola receta, quería generar el sentimiento de estar en un gran espacio, en la cima de una montaña.