VALÈNCIA. El festival de arte efímero Burning Man (BM), que se celebra en el desierto de Nevada (Estados Unidos), contará de nuevo con presencia de la ‘terreta’ en su próxima edición. Si el pasado año Miguel Arraiz y David Moreno, que conforman el colectivo Pink Intruder, plantaban la primera ‘falla’ en el desierto, este año será el equipo alicantino liderado por Miguel Ángel Martin Bordera y la compañía de teatro Carros de Foc quienes dejen huella en Black Rock City, una segunda experiencia que se materializa después de un año en el que son muchos los lazos creados entre València y el festival americano. Si en 2016 hablamos de la ‘falla’ del Burning Man, este año tocará hacer un seguimiento de la primera ‘foguera’ que se planta en el contexto del macroevento.
El equipo alicantino presentará el proyecto 'Step Forward', una muñeca de aproximadamente seis metros de altura que “anda y conversa”, indican desde el Burning Man. “Es su primera experiencia en Black Rock City y cada día aprende, se adapta a otras culturas y se transforma a partir de la interacción con los participantes”. Bajo el lema ‘Radical Ritual’, eje temático que guiará la nueva edición del festival, llega la pieza ‘marca Alicante’, un proyecto que ha resultado entre los becados por la organización del evento para participar del mismo. En total han sido 18 proyectos internacionales los que han recibido la beca del BM, siendo 'Step Forward' el único español, siendo el resto de países representados Reino Unido, Australia, Argentina, Canadá, Colombia, República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Lituania, México, Países Bajos, Puerto Rico y Sudáfrica.
Las relaciones internacionales que generan desde el BM son uno de los puntos fuertes de un festival que quiere crear redes sin perder su esencia. Tras la experiencia del proyecto de Pink Intruder, no son pocas las experiencias en común fomentadas por el binomio València-Black Rock, en la que se incluyen visitas de creadores internacionales a las Fallas de 2016. Esta conexión ha quedado reflejada en un minidocumental publicado este mismo mes a través de los canales oficiales del BM, un vídeo en el que participan los propios Arraiz y Moreno; el burner Christian Almenar; Stuart Mangrum, director educativo del BM; Dave X, miembro del equipo de seguridad de fuego del BM; los artistas Karen Cusolito o Arlo Laibowitz y hasta el concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi.
Tras meses de incertidumbre, finalmente la ‘falla’ del Burning Man se ha plantado –aunque no arderá- en el claustro gótico del Centre del Carme. La falla construida por Arráiz y Moreno es la primera obra de artistas valencianos que participa en el festival. Como lo harán Miguel Ángel Martin Bordera y la compañía de teatro Carros de Foc, Pink Intruder pudo viajar a Nevada tras recibir una de las becas que otorga la organización, siendo uno de los siete proyectos internacionales aceptados para esa edición. Esto no quiere decir que sea la primera vez de los alicantinos en el festival, que también echó un cable en 2016 para levantar la 'falla'. El Burning Man es actualmente el evento artístico con mayor proyección mundial y que comparte con las Fallas el elemento de lo efímero: todas las piezasse queman al finalizar el evento, salvo en el caso de ‘Renaixement’ que al estar realizada con cartón piedra no pudo desaparecer al no estar autorizada la quema de plásticos.
Bajo el lema Renaixement los artistas han desarrollado un proyecto que trata de aunar un lenguaje más contemporáneo adaptado al contexto artístico del Burning Man en su apariencia externa pero que pretende recoger la esencia de la cultura valenciana y de las fallas. La pieza, de 6 x 6 metros, incorpora elementos patrimoniales autóctonos como la reinterpretación de las ventanas de la Lonja en la piel dorada o el mosaico de Nolla. La obra incluye valores a compartir entre ambos eventos. Por un lado el trabajo en comunidad, uno de los principios del Burning Man se hace también visible en la filosofía del evento de las Fallas. ‘Renaixement’ recoge estos valores a través de un mosaico formado por más de 25.000 piezas que fueron montadas por asociaciones y fallas de Torrent.