uno de los alimentos con mayor capacidad antioxidante 

El cacao natural, incluido en la primera pirámide de la dieta mediterránea para niños y jóvenes

24/04/2018 - 

MADRID (EP). Los expertos en nutrición han incluido el cacao natural en la primera pirámide de la dieta mediterránea específicamente enfocada a niños y jóvenes, que se ha presentado durante el XII Congreso de la Dieta Mediterránea, celebrado en Barcelona.

El presidente del Congreso de la Dieta Mediterránea, Ramon Estruch, ha detallado que, aunque el cacao tiene un origen tropical, se puede considerar "totalmente incorporado" a la dieta mediterránea, ya que forma parte de la alimentación de los niños desde hace "centenares de años", igual que las judías o el tomate.

Estruch ha recordado que el cacao natural es uno de los alimentos con mayor capacidad antioxidante gracias a su alto contenido en polifenoles, entre 10 mg y 50 mg por gramo. "Esto se traduce en un potente efecto antiinflamatorio que podría ayudar a prevenir y/o retrasar la aparición de numerosas enfermedades crónicas", de acuerdo con el doctor.

El efecto beneficioso más conocido del cacao natural es el cardiovascular, pero en el congreso los expertos han abordado los efectos sobre el sistema cognitivo, sobre todo en los niños y adolescentes.

 

Mejora la memoria y el aprendizaje

Según la doctora Sonia de Pascual-Teresa, científica titular del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tomar cacao natural en la infancia puede ayudar a prevenir problemas neurológicos en la edad adulta gracias a este aporte de polifenoles, además de los beneficios que tiene de forma inmediata a nivel de rendimiento cognitivo.

Un tipo concreto de polifenoles, los flavanoles, son los responsables de este efecto beneficioso: "Dilatan las arterias y aumentan la cantidad de sangre que llega al cerebro, mejorando por tanto el rendimiento mental".

El CSIC está realizando un nuevo estudio para analizar su efecto sobre el rendimiento cerebral, con especial hincapié en la memoria y la prevención del deterioro cognitivo asociado al envejecimiento, "sobre todo porque el aumento de los años de vida genera un aumento de los problemas neurológicos en la edad adulta y edades más avanzadas".

Además, ha añadido que existen evidencias científicas al respecto. Según un estudio de la Universidad de l'Aquila (Italia), las personas que toman cacao natural a diario muestran mayor capacidad de atención y un procesamiento más rápido de la información. Y las conclusiones de un trabajo de la South Australia University han comprobado que consumir cacao natural al menos una vez por semana mejora la concentración, los procesos mentales y la memoria a corto y a largo plazo.

Leche y cacao, la mejor combinación

De acuerdo con los expertos, la mejor manera de aprovechar los efectos beneficiosos de los polifenoles del cacao natural sobre el sistema cognitivo es tomándolo en forma de cacao soluble, disuelto en leche o agua. Un trabajo de la Universidad de Barcelona ya mostró que el cacao soluble aporta la mitad de la cantidad de antioxidantes recomendada en los niños.

En este sentido, el doctor Javier Fontecha, investigador científico del CSIC en el Instituto de Investigación en Alimentos (CIAL) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha señalado que además de la capacidad antioxidante de los polifenoles del cacao, con la incorporación de los lácteos a la dieta se aportan prácticamente todos los nutrientes que garantizan un crecimiento y desarrollo óptimos: carbohidratos, proteínas de elevado valor biológico, grasas, vitaminas A, B2, B12 y D y minerales, principalmente calcio y fósforo pero también magnesio, potasio y zinc.

"Se aconseja tomar entre 3 y 4 raciones de leche al día en niños y adolescentes, es decir, un vaso de unos 220 ml, u otros productos lácteos. A medida que el niño crece la alimentación se diversifica, pero es importante mantener la ingesta recomendada de leche. Y el vaso de leche con cacao de toda la vida en el desayuno, la merienda o por la noche es ideal", explica Fontecha.

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