El castillo mejor rehabilitado de la provincia está en Cortes de Pallás y es un imán para senderistas

VALÈNCIA. Premio de Castellología Valenciana Coronel de Ingenieros Gascón Pelegrí, compartido por el Ayuntamiento de Cortes de Pallas y el equipo técnico integrado por el arquitecto Tirso Ávila y el arqueólogo Enrique Díes, “por su apuesta y compromiso en la restauración de la fortaleza”. 

Este reconocimiento, que tiene carácter anual, es el más relevante en fortificaciones amuralladas en la provincia y que en ocasiones anteriores ha recaído en la torre Espioca de Picassent o en los castillos de Cullera y Benissanó, se va en 2023 a Cortes de Pallás.

En el citado montañoso municipio enclavado en la comarca Valle de Ayora-Cofrentes, a alrededor de una hora y 20 minutos de la ciudad de València, se eleva, sobre la Muela del Cinto de Cortes, su histórico castillo de Chirel. El reclamo del recinto se ha disparado en los últimos años no tanto por la fortificación en sí, sino como hito final de ruta senderista debido a la imponente panorámica que ofrece del embalse de Cofrentes o del sinuoso cauce del Júcar.

No obstante, como especifica el arquitecto que dirige las obras de rehabilitación, Tirso Ávila, “la singularidad de Chirel la representa el propio castillo”. Y lo explica al recalcar que “mientras en la Comunidad Valenciana predominan fortalezas de época islámica, con orígenes del siglo XII, la de Chirel es más tardía, del XV, con una estructura que en su época ya estaba a punto de caer en desuso”.

“Resume todo el catálogo de defensa de castillos medievales, con detalles de muy buena calidad y cada actuación muy bien estudiada. Es una auténtica joya, incluso por su conservación, aunque se perdió la bóveda y el espacio habitable de la zona 3, que está en el lado del desfiladero”, añade el arquitecto.

Precisamente para la restauración que ha premiado la Asociación de Amigos de los Castillos en la provincia de Valencia, entidad que organiza y entregará el premio citado en el primer párrafo el próximo mes de diciembre en un solemne acto, existe un plan director con diferentes fases que abordan las prioridades de la recuperación.

La primera de las aludidas fases se basó en construir una senda de acceso, en el año 2020, ya que resultaba bastante complicado alcanzar la cima. En la segunda fase, la que se halla en vigor, destaca “la contención de tierra recuperando la traza original de muralla. El castillo está sobre la roca y con los huecos rellenados con mampostería”.

El fundamento de la rehabilitación, tal como resume Tirso Ávila, consiste en “realizar las actuaciones con mucho cuidado con la finalidad de evitar distorsiones de la realidad”. Abunda en esta sentencia al indicar que “en otras ocasiones nos enfrentamos a ruinas muy deterioradas; en esta ocasión, no. Aquí el protagonista es el castillo y no necesita añadir elemento alguno”.

El gran protagonista

“El objetivo fundamental se basa en que prime el original sobre la restauración para otorgar el máximo protagonismo a lo que existe”, sentencia. Lo único que alterará esta circunstancia llegará en un futuro no lejano, quizás de un lustro, cuando haya que “introducir estructuras de acero y madera para acceder a las torres. Se notará que se trata de algo ajeno a la monumentalidad del castillo, aunque como excepción”.

La actuación de mejora que se está llevando a cabo ha incentivado el incremento de las visitas. En este sentido la creación de la senda ha tenido un papel más que relevante. “Desde que la terminamos el número de visitantes puede haberse duplicado”, apostilla Ávila. Al paseo por los restos de las fortalezas se suma el estímulo de la perspectiva desde la cima y la afición por las fotos tomadas desde esta altura que domina el cauce del Júcar.

“Poco a poco, con ayudas, vamos consiguiendo avanzar. Somos un ayuntamiento pequeño y no tenemos demasiados recursos propios”, añade David Gras, alcalde de un municipio que preserva hasta cuatro castillos, aunque, como matiza el primer edil, “el de Chirel destaca como el mejor conservado”. El más cercano al casco urbano es el de Pileta, ya que el premiado de Chirel se halla separado del pueblo por una quincena de kilómetros que transcurren por una serpenteante carretera.

El principal reclamo turístico del municipio, al igual que del vecino Cofrentes, lo constituye el embalse, sobre todo estos meses de verano. “El número de visitantes al castillo ha ido aumentando, principalmente en épocas más frías; no obstante, muchos suben pero no vienen al casco urbano, por lo que no supone un beneficio económico para el municipio. Estamos viendo cómo encauzar esta situación”, afirma el primer edil.

Pequeño municipio, gran castillo

"El premio de Castellología Valenciana se otorga, en esta edición, ex aequo, ya que se incluye al Ayuntamiento de Cortes de Pallás por su incesante labor en la recuperación y puesta en valor del castillo de Chirel. Demuestran que un municipio de pequeñas dimensiones (no llega a mil habitantes y se extiende por 235 kilómetros cuadrados) y con limitado aparato burocrático es capaz de conseguir fuentes de financiación y ayudas por su gran voluntad y estima por el patrimonio fortificado de la localidad”, explica, por su parte, Miguel Jover, presidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de la provincia de Valencia.

“Hay que destacar que es la primera ocasión que nuestra asociación otorga el premio de castellología valenciana a un equipo técnico en este caso, y, como es preceptivo, junto al promotor de las diferentes intervenciones, el Ayuntamiento de Cortes de Pallás”, remarca Jover como singularidad.

El presidente de la entidad que otorga la distinción valora igualmente que “el equipo técnico del castillo de Chirel, integrado por el arquitecto técnico Tirso Ávila y el doctor arqueólogo Enrique Díes, va a compartir el premio por su implicación en los proyectos presentados por el Ayuntamiento".

A ese argumento suma otros como "trabajar codo a codo con las diferentes administraciones para conseguir la puesta en marcha de las diferentes fases de investigación y ejecución de las obras de recuperación, por su apuesta decidida por un castillo que ejemplifica a la perfección la simbiosis entre patrimonio fortificado y patrimonio natural, y por su tarea incansable para que Chirel sea accesible a todos los ciudadanos”.

 La entrega del galardón está prevista durante la celebración de la asamblea anual de Amigos de los Castillos -asociación que organizó una visita en grupo a la fortificación-, que tendrá lugar en diciembre. Mientras, los cada vez más visitantes que disfrutan tanto del paseo a la fortificación como del propio castillo y de la panorámica de su entorno cuentan con  la oportunidad de recorrer un lugar tan singular como imponente.