La propuesta se celebró por primera vez hace ocho meses y trasladó hasta la sala municipal multitud de propuestas que incluían talleres, mesas redondas y hasta una 'performance' culinaria
VALÈNCIA (EP). La Mutant albergará del 24 al 26 de junio la segunda edición de Ahora, una programación formativa y cultural que girará en torno a la idea de cuerpo como "enigma, problema e incógnita, pero también como una máquina prodigiosa que hace sentir innumerables placeres".
El ciclo -impulsado por la Asociación de Profesionales de la Danza de la Comunidad Valenciana (APDCV) y el Comitè Escèniques y Taller Placer- se celebró por primera vez hace ocho meses y trasladó hasta la sala municipal multitud de propuestas que incluían talleres, mesas redondas y hasta una performance culinaria.
Así, a lo largo de las diferentes jornadas, volverán a sucederse los talleres a cargo de prestigiosas coreógrafas y creadoras escénicas, además de un grupo de lectura -uno de los leitmotivs del encuentro es el libro Ser o no ser (un cuerpo), de Santiago Alba Rico- y propuestas tan atípicas y estimulantes "como una charla a cargo de un ornitólogo invidente o un ritual de autotransformación a través de las dos cosas que más les gusta a los perros: comer y dormir la siesta", indica un comunicado.
"El cuerpo puede ser lo más propio y a la vez lo más ajeno, aquello de lo que no me puedo deshacer por mucho que lo intente. Es ese otro que conozco y desconozco, del que me enamoro y odio al mismo tiempo de la forma más profunda posible. El cuerpo es eso que me acompaña en todo momento y me hace sentir la soledad más hermética, y a la vez más maravillosa", señalan los responsables de la cita.
Paralelamente a la programación de Ahora, La Mutant pondrá en escena el espectáculo Brilliant Corners (días 25 y 26, con dos funciones diarias a las 18 y 20 30 horas), la creación del colectivo Orquestina de Pigmeos con la que el espacio municipal cierra la temporada que arrancó el pasado mes de enero.
Se trata de una "performance colectiva de cine sin película" en la que los espectadores recorren el espacio como si formasen parte de un rodaje en el que los encuadres se generan a partir de gestos coreográficos, todo bajo el influjo del gran genio del jazz -y autor del mítico disco que da título a la pieza- Thelonius Monk.