La compañía Samaruc, vinculada a la ONCE, representará el domingo día 5 la obra Romances de ciego en los patios del Centre Museístic de la Beneficència
VALÈNCIA. El ciclo ‘Teatre a la Bene’ es un programa de teatro familiar considerado ya un clásico en los patios del Centre Museístic de la Beneficència. Todos los domingos resulta habitual ver a familias acompañadas por los más pequeños de la casa disfrutando de una programación de artes escénicas pensada específicamente para divertir y educar en valores.
Ahora, en palabras del diputado de Cultura Xavier Rius, el ‘Teatre a la Bene’ “adopta también un carácter más social e inclusivo con la colaboración de la compañía Samaruc, un proyecto teatral nacido en València en el seno de la Fundación ONCE”. Samaruc está compuesto por actrices y actores valencianos con y sin discapacidad visual. Todos integran un proyecto que cuenta ya con 25 años de vida y que ha obtenido numerosos premios de la crítica especializada, entre ellos un premio MAX en 2013, así como otros a los actores y actrices de la compañía, y ha sido representada en el Festival de Almagro con una buena acogida.
Además, Samaruc desarrolla una gran tarea social y permite recuperar y reinterpretar los clásicos del teatro, desde la comedia y el drama griego hasta los clásicos del teatro español, siempre con el fin de integrar a personas con discapacidad visual.
El domingo día 5, en los patios del Centre Museístic la Beneficència de la calle Corona, en sesión a las 11 y a las 12:45 horas, se representará la obra Romances de ciego, una pieza que recoge el espíritu itinerante de los ciegos que, desde la Edad Media y hasta el siglo XIX, recorrían los pueblos transmitiendo historias de vida, relatos humorísticos y romances que han enriquecido la cultura popular.
Con esta obra, Samaruc teatro trata de encontrar un punto de convergencia entre las artes y la cultura con la integración de las personas que sufren diferentes grados de discapacidad visual. Por todo ello el teatro de Samaruc es una excelente herramienta para visibilizar los mejores valores de las personas y normalizar el hecho de la discapacidad.
El estudio también demuestra que el 81% de los festivales y salas culturales no disponen de una página web accesible
