El Gobierno valenciano se enfrenta además a una posible multa de casi 19 millones de euros por las facturas en el cajón de Sanidad
VALENCIA. La Comisión Europea repercutirá sobre la Administración española la responsabilidad de lo que Bruselas denomina “correcciones financieras” por varios millones de euros. Estas correcciones suponen excluir “de la financiación comunitaria determinados gastos efectuados” entre 2007 y 2011 en la gestión de ayudas agrarias en la Comunidad Valenciana.
La decisión de la Comisión Europea, comunicada por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) al Consell, “supone una rémora más para la construcción de una nueva conselleria que integra competencias hasta ahora separadas y ha de administrar el legado de una mala gestión de recursos económicos y humanos en distintas áreas”, ha lamentado Elena Cebrián, consellera de Agricultura y Medio Ambiente. Cebrián se reunió la semana pasada con el conseller de Hacienda y Modelo Productivo para abordar los problemas detectados en la gestión de ayudas europeas y en la gestión de la empresa pública Vaersa.
“La sistemática deficiencia en los controles y tramitación de las ayudas y subvenciones europeas agrarias gestionadas estos últimos años acarrea una multa de seis millones de euros a la Generalitat, que ha de estar preparada para futuras correcciones”, ha subrayado Vicent Soler. El conseller hizo referencia a esta cuestión en su comparecencia en el pleno de las Corts Valencianes el jueves pasado.
Las “correcciones” suponen en total una multa de 6.266.370 euros por gastos correspondientes al Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA), de los que la mayor parte (4,785 millones) están relacionados con “deficiencias en los controles fundamentales” de las ayudas, según detalla el FEGA en su comunicación a Hacienda.
El deficiente control al que hace referencia Bruselas obedece, ha explicado la consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Elena Cebrián, “a una mala dirección y a la falta de personal para realizar las tareas de inspección en las ayudas y subvenciones agrícolas europeas que ha gestionado a la conselleria, que desde hace tiempo no cuenta con capacidad para poder realizar las inspecciones preceptivas que marca la Comisión Europea”.
Básicamente, los problemas detectados por Bruselas se refieren a los programas operativos de frutas y hortalizas y, en particular, en la transformación de cítricos. A todo ello se añade una insuficiente liquidación de cuentas en el ejercicio financiero de 2012 “por el incumplimiento de los plazos de pago, en relación con la ayuda específica de apicultura” del programa 2011.
En el ámbito de frutas y hortalizas, la Comisión ha detectado “deficiencias sistémicas en la admisibilidad de los beneficiarios de ayudas a determinados productos cítricos”, así como “en los controles físicos y contables de todas las existencias de productos acabados” y “en el seguimiento de irregularidades, sanciones y operaciones”.