Alicante (EP/VP). El Consell ha planteado la necesidad de modificar la Ley de Función Pública de la Generalitat y la Ley 1/2015 de Hacienda con el objetivo de reducir los "elevados niveles de burocratización" y la "lentitud de la Administración" para así "agilizarla" y "modernizarla". Asimismo, ha apuntado a los servicios públicos fundamentales, el crecimiento y el empleo como prioridades en los presupuestos para 2017.
Así lo han explicado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quienes han comparecido este sábado en Torrevieja (Alicante) para informar sobre los objetivos planteados por el gobierno autonómico de cara al próximo semestre en el seminario que celebran este fin de semana en esta localidad.
Oltra ha asegurado que la intención del Ejecutivo valenciano en los próximos meses es "mejorar la Administración" para que sea "ágil y responda en tiempo real a los ciudadanos", por lo que han planteado la necesidad de modificar la Ley de Función Pública y la ley 1/2015 de Hacienda, "aprobada en solitario por el PP" cuando se encontraba en la Generalitat.
Respecto a esta última, Oltra ha indicado que el Consell la ha "bautizado" como la ley "para lo que me queda de estar en el convento" --por su aprobación por parte de los 'populares' en los últimos meses de su gobierno--, y ha indicado que esta normativa "ha elevado los niveles de burocratización, la lentitud de la Administración y la falta de respuesta a unos niveles insoportables".
"Hemos encontrado una Administración saboteada, raquítica", ha lamentado la vicepresidenta, quien ha explicado que en 10 años, la Generalitat tendrá "la mitad de empleados públicos de lo que tenemos ahora, y eso ya se esta notando".
Así, ha incidido en que la función pública "tiene que servir para tener empleados públicos, que al final son los que enseñan a nuestros hijos, los que curan en los hospitales, los que tramitan los expedientes de dependencia", por lo que ha abogado por ponerlos "en valor" después de "años de maltrato".
También ha insistido en que "no podemos tener una Administración burocratizada" porque debe de dar "respuestas rápidas en un momento en que la tecnología lo permite", ha subrayado.
En esta línea, Oltra ha señalado que la lentitud de la Administración autonómica se refleja también en la implantación de las nuevas tecnologías, ya que la Generalitat está a niveles del 15%, cuando debería estar en niveles de implantación del 86%, ha destacado.
"No tenemos una Administración del siglo XXI ni de finales del XX", ha afirmado Oltra, quien ha añadido que las nuevas tecnología pueden aplicarse con "eficiencia" para facilitar la vida de los ciudadanos.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha asegurado que el este segundo día en Torrevieja ha servido para "sentar las bases" de orientación de los presupuestos de la Generalitat para 2017, cuyas prioridades será los servicios públicos fundamentales, el crecimiento y el empleo "de calidad", ha afirmado.
Puig ha destacado además que el Consell "no acepta el marco de ir perdiendo derechos y recursos por parte del gobierno central". "Tenemos ingresos por debajo de la media y gastos muy por debajo de la media, es un problema de ingresos no de gasto, y no vamos a aceptar que los valencianos tengan menos derechos que el resto de españoles", ha aseverado.
Así, ha indicado que teniendo en cuenta estas variables los presupuestos para el próximo año asumirán "lo que significa el Acord del Botànic", por lo que seguirán priorizando "los servicios públicos fundamentales", como la educación, la sanidad o los servicios sociales.
"Estamos aún lejos de nuestros objetivos", ha reconocido el presidente, "pero vamos a propiciar un apoyo sustancial al crecimiento", ha subrayado. Así, ha indicado que el crecimiento y la "redistribución" son dos elementos de gobernanza que deben ir conjuntados. También ha abogado por la mejora de la eficiencia de la Administración y por la creación de empleo "de calidad".
El jefe del Consell ha admitido que la Generalitat parte de "una situación difícil" para los presupuestos de 2017, ya que "desde 2009 y hasta la liquidación del presupuesto de 2014, hay 6.900 millones de euros que se han dejado de recibir por parte del gobierno central". A su juicio, se trata de un "déficit inasumible y una deuda histórica a la que no vamos a renunciar".
Preguntado por la posibilidad de cambios en el gobierno que puedan decidirse este fin de semana, Puig ha insistido en que el seminario en Torrevieja sirve para "hablar del qué y no del quién". Así, ha apuntado que este domingo se "testeará" el trabajo realizado en el último semestre y se plantearán las líneas para el próximo.