MADRID, (EP). Una nueva investigación publicada este martes en 'Journal of the American Medical Association' encontró que los adultos mayores con un gen de riesgo para la enfermedad de Alzheimer conocido como APOE 4 que comían por lo menos una porción de marisco por semana mostraron menos signos de los cambios cerebrales relacionados con el Alzheimer. Esta relación no se vio en los cerebros de voluntarios que comieron pescado semanalmente pero que no eran portadores del gen de riesgo.
Los investigadores también examinaron en los cerebros los niveles de mercurio, que se puede encontrar en los mariscos y se sabe que es perjudicial para el cerebro y el sistema nervioso. Los autores de este trabajo encontraron que el consumo de pescados y mariscos se asoció con un aumento de los niveles de mercurio en el cerebro, pero no con la cantidad de placas de proteína beta amiloide y ovillos de proteína tau, características de la enfermedad de Alzheimer.
El objetivo de la investigación era determinar si el consumo de pescados y mariscos se vincula con los niveles de mercurio del cerebro y si el consumo de marisco o los niveles de mercurio del cerebro pueden desempeñar un papel en los cambios en el cerebro que conducen a la enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas.
Voluntarios mayores que participan en el estudio 'Proyecto de Memoria y Envejecimiento' (MAP, por sus siglas en inglés), llevado a cabo por el Centro Médico de la Universidad Rush, en Estados Unidos, completaron cuestionarios dietéticos anuales durante varios años. Al comienzo del estudio, los participantes eran cognitivamente normales, pero algunos finalmente desarrollaron deterioro cognitivo y demencia.
Los investigaores analizaron los cerebros de 286 participantes en el estudio fallecidos, cuya edad promedio era de 89,9 años, para detectar neuropatologías o cambios cerebrales perjudiciales, tanto de la enfermedad de Alzheimer como de otras demencias.