El coronavirus hace resurgir la música tecno de la ruta del bacalao

VALÈNCIA. Décimo día de cuarentena. La noche se cierne sobre las calles vacías de los pueblos y ciudades valencianos. Momento ideal para que cientos de balcones comiencen a llenarse de música disco e iluminación espectacular. Como cada jornada de coronavirus, una multitud de disc jockeys sacan sus potentes equipos de mezclas para alegrar la aburrida vida de los vecinos. La fiesta comienza a propagarse, más rápida que el virus que la ha originado, y pronto miles de vecinos comienzan a bailar y corear la música de la ruta del bacalao, aquella que comenzó a hacerse famosa en los años 80 y 90 en discotecas de la costa como Barraca, Spook factory o Chocolate y que todavía pervive en nuestros días, más como un movimiento underground que de masas.

De repente, parece que la cuarentena del coronavirus ha vuelto a despertar a la generación de la ruta, justo cuando los que la vivieron en primera persona han comenzado a dejar atrás las cadenas que impone la madurez, como son los niños pequeños y las hipotecas. Sin esperarlo, todas esas personas que crearon y alimentaron la ruta se han encontrado con mucho tiempo libre para mirar atrás y volver a recuperar aquellos momentos brillantes en los que no existía la noche ni el día.

Todo este movimiento que se está creando desde el inicio de la cuarentena está creciendo alrededor de una página web y un grupo de Facebook también denominados así, “larutadelbacalao.com”. Allí, cada día más valencianos comparten experiencias, sesiones y recuerdos. Incluso han diseñado camisetas con los logos de los grandes templos de la época.  La última iniciativa es una votación de las mejores imágenes que está dejando el resurgir de la ruta del bacalao desde los balcones.

Esa música disco comparte protagonismo estos días con la música de banda. Los dos movimientos musicales que mejor representan al pueblo valenciano se han hermanado para alegrar los días de confinamiento desde los balcones. No es extraño escuchar un clarinete entonando “Paquito el Chocolatero” y unos instantes después una disco móvil atronando con “Así me gusta a mí”, el “Chiquitán” de Chimo Bayo, auténtico himno de la ruta del Bacalao.

De hecho, durante estos días de cuarentena, es habitual ver bailar a niños y jóvenes en los balcones tanto al ritmo de Amparito Roca como de la música disco de las improvisadas discotecas. Una cosa que augura que el resurgimiento de la ruta del bacalao ha llegado para quedarse. Un oasis de optimismo en una época marcada por el miedo al coronavirus.

Desde que Valencia fue seleccionada como ciudad mundial del diseño 2022, muchas han sido las iniciativas para dar contenido al mayor evento cultural de los últimos años. La empresa Molcaworld, por ejemplo, está detrás del relanzamiento de la ruta como banda sonora de la innovación y el diseño valenciano. Un paralelismo a lo que ocurrió en los años 80, cuando la explosión creativa de sectores como el cómic convivieron con el mayor movimiento cultural-musical de la reciente historia valenciana.