VALÈNCIA (EFE). El concejal que destapó el caso Gürtel, José Luis Peñas, ha vinculado el despliegue de la red en la Comunitat Valenciana a la "amistad" que el empresario Álvaro Pérez, El Bigotes, entabló con el expresident de la Generalitat Francisco Camps, a quien se ha referido como un "barón de fuerza en el PP" que podía llevar a la trama "a ascender" y conseguir el volumen de contratos que había tenido en Madrid.
"A mí me dijo el señor (Francisco) Correa que se van a Valencia porque (Álvaro Pérez) ha hecho amistad con el señor Camps", ha aseverado Peñas en el juicio de la Audiencia Nacional a casi una treintena de acusados por presuntas adjudicaciones irregulares a Gürtel. Entre ellos está Camps, que se enfrenta a una petición de dos años y medio de cárcel.
El exedil de Majadahonda (Madrid) que denunció Gürtel con sus grabaciones ha testificado que le dijeron que la trama se instaló en Valencia en 2004, cuando la relación con el PP nacional ya no era "como antes" y la red conseguía menos contratos, por la "amistad personal" que tenía El Bigotes, uno de los principales condenados, con el expresident Camps. La red, ha dicho, no paró de trabajar desde entonces.
Camps era un "presidente importante" que "les podía llevar a ascender donde estuvieron antes", ha indicado Peñas, que ha reiterado que los contactos entre la trama y políticos "se producían en cascada, de arriba a abajo". En la Comunitat Valenciana, ha recordado, era "el presidente Camps" quien estaba más arriba y "de ahí surgían todos los contactos necesarios".
Ha explicado que llegó un momento, con José María Aznar en La Moncloa, en que "todos" los presidentes autonómicos "querían hacer cosas con el señor Correa" porque "muchos" estaban "interesados" en que las empresas que organizaban actos para el presidente del Gobierno, también lo hiciesen para la "comunidad de turno".
Condenado por una pieza del caso y pendiente de una petición de indulto que cuenta con los informes favorables, Peñas ha asegurado tener el "conocimiento personal" de que Correa "tenía acceso a la Generalitat" como lo "había tenido en Madrid" y de que la red "funcionaba exactamente igual" en todos los lugares donde se implementó, aunque ha dicho desconocer los detalles de cada contrato que se juzga.
"La empresa lo que traslada no sólo es una sede social nueva, sino la forma de trabajar de Madrid, Jerez, Castilla-La Mancha, Castilla y León. Lo traslada a Valencia", ha afirmado.
Ha aludido también a un viaje a Roma, donde ha dicho que coincidieron El Bigotes y Camps, para cerrar la organización de la visita del papa Benedicto XVI a València en 2006, un asunto en el que, ha precisado, el expresident necesitaba a "alguien de confianza para coordinar todo (...). Y para eso estaba Álvaro".
Con un "sencillo" dispositivo de grabación oculto en el bolsillo interior de su chaqueta, Peñas registró durante dos años, "con mucho miedo", multitud de reuniones con miembros de la trama; archivos que adjuntó en la denuncia de 2007 que dio origen al caso.
Este miércoles ha vuelto a relatar el "modus operandi" de la trama, que buscaba conseguir "todo tipo de contratos", "sí o sí, de una manera u otra", a veces "porque tenían un acceso directo al político en cuestión" o por la intermediación de empresarios.
Las empresas de Correa consiguieron hacer "todas las campañas del PP nacional" con Aznar y, "a partir de ahí se producen una serie de contratos en cascada", también en administraciones públicas, ha continuado.
El tribunal también ha escuchado a dos condenados por otra rama del caso que trabajaron para el Grupo Correa, Alicia Mínguez y el exasesor del Ayuntamiento de Madrid José Javier Nombela, quienes han reconocido los rumores que recorrían la oficina sobre la relación de El Bigotes con cargos de la Generalitat Valenciana, incluido Camps.