Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA (EFE). El director de la joyería Rabat de Valencia hasta 2014 ha declarado este miércoles, en calidad de testigo, que tiene dudas sobre si el reloj que devolvió el exvicealcalde de València Alfonso Grau es el mismo que compró el empresario Urbano Catalán y que, según la Fiscalía, le regaló cometiendo así un delito de cohecho.
En la tercera sesión del juicio contra Grau y Catalán, este testigo ha reparado en el hecho de que el importe que se devolvió a Grau no fue el mismo que el cobrado a Catalán al realizar la compra, una diferencia de 240 euros que otros empleados de la joyería atribuyeron a un descuento del que disfrutaba el empresario, que luego no tuvo en cuenta el dependiente al realizar el cambio.
Este testigo, además, no ha sabido explicar el motivo por el cual en la contabilidad interna de la empresa se refleja que la operación de venta y devolución la hizo un empleado llamado Basilio en 2012, cuando este empleado en cuestión, que además se dedicaba a reparar relojes, entró a trabajar en 2014.
"Yo afirmaría que no son los mismos relojes, porque si lo hubiesen sido se le hubiese abonado el mismo importe de la compra. Eso me hace entender que no son los mismos relojes", ha detallado este testigo, que además ha asegurado que había una persona en la empresa responsable de comprobar que los precios cuadrasen.
La Fiscalía sostiene que Urbano Catalán regaló a Grau el 29 de diciembre de 2010 un reloj Breguet Classique, valorado en 13.520 euros por razón de las relaciones comerciales existentes entre el Consistorio y sus empresas.
Sin embargo, Grau, "con la intención de ocultar el origen ilícito" de ese reloj, acudió al día siguiente a la joyería donde había sido comprado, lo devolvió y compró otro, un Lange de oro de caballero por importe de 25.680 euros, que pagó con la devolución del reloj Breguet y 12.160 euros en metálico.
Igualmente, según el fiscal, Urbano Catalán compró un reloj Piaget Polo el 28 de diciembre de 2011, el mismo día que la mercantil Transvía Tours SL recibió la adjudicación de un contrato relativo a la organización de actos festivos para personas mayores en el que había intervenido Grau por importe de 652.748 euros.
Igual que el año anterior, el exconcejal del PP devolvió el reloj, valorado en 11.575 euros, y compró un Vachever Patrimony que costaba 16.825 euros, por el que pagó 5.250 gracias a la devolución.
La Fiscalía destaca que Grau, "de manera mendaz", señaló a requerimientos de la Agencia Tributaria que ese reloj se lo regaló un familiar en las navidades de 2012, pese a que fue adquirido en diciembre de 2011 y devuelto en enero de 2012.
En su escrito de acusación, el fiscal reclama un año de prisión para ambos procesados por un delito continuado de cohecho, y para Grau, además, cinco años por blanqueo, una multa de 75.000 euros y el decomiso de los relojes que supuestamente regaló el empresario al político.
La defensa de Urbano Catalán, que ejerce el letrado Javier Boix, ha citado como testigos a varios exempleados del grupo Transvía, quienes han coincidido en señalar que era costumbre en la empresa que el máximo responsable de la misma regalase un reloj (marca Tag Heuer u Omega) a los empleados que se jubilaban.
El letrado de Grau, Jesús Bonet, ha citado a una clienta de la primera esposa de Alfonso Grau, que ejercía de ginecóloga, a fin de demostrar que cobraba siempre en efectivo (60 euros) y que, en consecuencia, se disponía de dinero en la familia.