El responsable de análisis del Mercado de Ebury apuesta por una revalorización del 'billete verde' frente al euro al mínimo mensaje que de pie a una nueva subida de tipos en EE UU
MADRID. Las principales divisas fluctuaron en rangos estrechos la semana pasada, omitiendo datos económicos positivos en Estados Unidos. Los mercados de divisas parecen estar descontando el riesgo político que se atisba en las economías de ambos lados del Atlántico.
Las preocupaciones acerca de las próximas elecciones europeas, y su posible impacto en el euro, eran compensadas la semana pasada por las preocupaciones que rodean a la Administración Trump y a su extraña y confusa política de comunicación. El resultado fue una evolución del dólar que no pudo beneficiarse del discurso semestral que Yellen lideró frente al Congreso, el cual se caracterizó por un tono optimista, o de la sorpresa al alza en el nivel de inflación en Estados Unidos en enero.
Así, el dólar terminó la semana prácticamente sin cambios frente a todas las monedas del G-10 excepto contra libra, la cual se vio afectada por sugerencias de que la Unión Europea podría tomar una actitud difícil para negociar el proceso de Brexit.
EURO
Las minutas del BCE siguen apuntando a que la política monetaria seguirá en la misma línea que hasta ahora. Su posición se justifica en la observación del reciente repunte de la inflación impulsada por los precios de la energía y la ligera reducción de los riesgos que han caracterizado a la Eurozona en los últimos meses. Nos cuesta imaginar cualquier repunte sostenido del euro hasta que haya un cambio significativo en la visión del BCE, hecho que no creemos que vaya ocurrir pronto. Esta semana estaremos pendiente de uno de los indicadores más importantes, el índice de sentimiento empresarial PMI. El consenso espera que el PMI compuesto permanezca sin cambios, lo que no tendría mayor impacto en el euro y éste se cotizaría principalmente en relación a las noticias relativas a las elecciones francesas y holandesas.
LIBRA ESTERLINA
La semana pasada fue difícil para la libra. El flujo de datos económicos no ayudó, ya que vimos dos indicadores a la baja: la inflación del IPC y las ventas minoristas. De hecho, podríamos decir que el comportamiento de la libra fue relativamente cómodo ante este contexto tan negativo. Este miércoles se publicará el crecimiento del PIB del cuarto trimestre. Aunque se trate de un indicador rezagado, una sorpresa positiva debería actuar de apoyo para la libra.
DÓLAR ESTADOUNIDENSE
El discurso de Yellen en el Congreso la semana pasada, con un tono positivo, fue seguido por la publicación de algunos indicadores con resultados al alza, como la inflación, particularmente importante al proporcionar evidencia y respaldo a la 'reactivación del comercio'. Esta semana se publicarán las minutas de la última reunión de la Reserva Federal, siendo uno de los principales acontecimientos para los mercados esta semana. En nuestra opinión, cualquier pista que apoye una subida de tipos en marzo (actualmente descontada al 40% de posibilidad) podría proporcionar impulso al alza para que el dólar saliera de su rango de cotización reciente.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia