VALÈNCIA. Cuando se trata de recomponer la historia de un pueblo, cada respuesta encierra en su seno decenas de nuevas preguntas. La historia no solo es interminable para Michael Ende, un relato que se construye pieza a pieza, que nunca deja de sumar capítulos. El último fragmento de la narración viene firmado por los equipos del Museo de Prehistòria, dependiente de la Diputación de València, cuyos trabajos han revelado que el yacimiento de la Bastida de les Alcusses, donde se han hallado piezas como el célebre Guerrer de Moixent, es más antiguo de lo que se pensaba, una labor de investigación que confirma la existencia de una primera ocupación del siglo V antes de Cristo. Así, el equipo extrae estas novedosas perspectivas de investigación sobre los iberos tras la campaña anual de excavaciones arqueológicas dirigida por Helena Bonet y Jaime Vives-Ferrándiz.
Los resultado obtenidos este año permiten cambiar la imagen que se tenía del asentamiento, pues sus orígenes son más antiguos de lo que se pensaba. Hasta ahora el yacimiento permitía documentar la fundación de una ciudad a finales del siglo V a.C., destruida con posterioridad, y de manera violenta, hacia el 330 a.C., una corta vida que, no en vano, ha resultado en uno de los enclaves más ricos de la Comunitat. Por tanto, este espacio solo fue ocupado durante unas tres generaciones, pues no se tenía constatación de ocupaciones posteriores. Hasta ahora. El actual equipo director ha llevado a término investigaciones que permiten aseverar que su historia fue mucho más compleja e intensa: se han conseguido documentar fases constructivas posteriores de otras ocupaciones. "El yacimiento encierra muchas más historias de las que pensábamos. Abre una perspectiva nueva", indica Vives-Ferrándiz.
Este nuevo capítulo se construye a partir de distintas pistas, entre ellas, un pendiente de oro que ha supuesto uno de los hallazgos más significativos. La llamada arracada, un pendiente hueco realizado a partir de una lámina de oro plegada a la que se dio forma amorcillada, es característica de este periodo aunque, eso sí, no es nada frecuente encontrar este tipo de piezas. De hecho, no se encuentra un pendiente de oro desde el primer año en el que el equipo trabaja en la Bastida de les Alcusses, en 1928, cuando se encontraron cuatro piezas similares. La hallada en 2017 supone, de esta forma, la quinta arracada. En relación con este inusual hallazgo, que pertenecería a algún personaje de la elite, los investigadores tienen ahora que abordar la comprensión global del espacio de la zona oeste en que se halló la pieza, pues procede de un estrato sólo excavado parcialmente
Esta “excepcional” arracada, se suma a otros objetos hallados, como unos singulares arreos de montura o distintas piezas de cerámica -que han permitido determinar con precisión el periodo cronológico de los hallazgos-, localizados en la zona oeste del asentamiento, la que fue arrasada para construir el poblado que hoy se puede ver. Saber de cuándo es esta ocupación y qué tipo de personas y motivaciones tuvieron, las dinámicas de poder, es el objetivo de la investigación científica dirigida desde el Servei d’Investigació Prehistòria del Museu. En las excavaciones han participado una quincena de especialistas entre conservadores y becarios del Museu de Prehistòria, investigadores de universidades nacionales e internacionales, junto a otros profesionales de la arqueología y del patrimonio, además de estudiantes en formación. "Visto esto ahora estamos obligados a reorientar nuestras estrategias de investigación", indica uno de los directores de la campaña anual de excavaciones arqueológicas, Jaime Vives-Ferrándiz. Por lo pronto, el siguiente paso es la catalogación y documentación de todas las piezas.
Los resultados de estos trabajos se podrán conocer de primera mano los próximos días 16 y 17 de septiembre, en el marco de las décimas jornadas de visita Viu un Cap de setmana amb els Ibers, un conjunto de actividades lúdicas y didácticas para conocer el patrimonio de época ibérica y el curso de las investigaciones en el yacimiento. Las jornadas de este año se celebrarán bajo el lema La Bastida de les Alcusses amaga un enigma, actividades que tendrán lugar tanto en el yacimiento ibérico como en Moixent y que suman, entre otras, visitas dramatizadas al poblado en el marco de una gincana o un espectáculo de luz y música de temática ibera en el auditorio municipal. De igual forma, estará visitable la zona de excavaciones actualmente en curso, donde se podrán conocer los resultados de las últimas excavaciones.
Por su parte, el diputado del Àrea de Cultura, Xavier Rius, ha trasladado su felicitación al equipo del museu de Prehistoria, “no sólo por la presente campaña, sino por una labor sostenida en el tiempo, que ha convertido el yacimiento de La Bastida de les Alcusses en un enclave emblemático para el conocimiento y la interpretación de la cultura valenciana”. El proyecto de investigación en el yacimiento buscar explicar cómo fue la vida cotidiana durante los siglos V y IV a.C. en el valle del río Cànyoles y, también, dar respuesta al abandono de esta potente ciudad amurallada. La respuesta a ambas preguntas está interrelacionada y pasa por poner en marcha metodologías arqueológicas que permitan sacar información de los restos materiales, especialmente en las casas, en la ocupación del paisaje o en las relaciones de la gente que vivía en poblados fortificados en los relieves del valle.