Ximo Puig y Mónica Oltra. Foto: ROBER SOLSONA/EPVALÈNCIA. El futuro político de la vicepresidenta del Consell y referente de Compromís, Mónica Oltra, se complica progresivamente. El escrito de la Fiscalía conocido este jueves ahonda en la presunta participación de la dirigente en relación a la gestión de su departamento en el caso de la menor tutelada que sufrió abusos por parte de su exmarido.
El citado escrito es contundente en sus afirmaciones respecto al papel de Oltra, lo que incrementa la probabilidad de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) llame a declarar como investigada a la vicepresidenta del Consell.
Un paso que, a día de hoy, parece difícil de evitar y que incrementará indudablemente la presión por parte de los partidos de la oposición para que deje el cargo. Pero no sólo eso. También se antoja cada vez más difícil que los propios socios del Botànic (PSPV y Unides Podem), decidan adoptar una defensa férrea para proteger a la vicepresidenta.
Es más, en la formación socialista admiten en privado que la situación, al margen de ser "desagradable" y "delicada", ha pasado a convertirse en un problema político. De hecho, la propia consellera de Justicia, Gabriela Bravo, señaló días atrás preguntada por la situación de Oltra y su posible imputación: "Yo me plantearía dimitir si se compromete a la institución". Unas palabras que molestaron notablemente en Compromís, pero con las que muchos dirigentes socialistas están de acuerdo.
Al margen de la incomodidad de los socios, tampoco en el propio partido de la vicepresidenta resulta confortable. Hasta ahora, la defensa de Compromís a su referente ha sido firme y compacta, aunque existen dudas de que la coalición se muestre tan cohesionada si se produce finalmente la imputación.
Es por ello que si finalmente, como todo apunta, Oltra resulta investigada, el problema de principal para su desgaste ya no se situará sólo en la oposición, sino que probablemente se trasladará también a sus socios. De ser así, la vicepresidenta tendrá mayores dificultades para continuar salvo que decida resistir si considera que el horizonte de que el caso se resuelva sea corto.
En este sentido, tal y como informó este diario, el dirigente con más probabilidades de recoger el testigo de Oltra sería el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, dado que es reconocible para buena parte de la ciudadanía y suele tener una buena valoración en las encuestas.
Hasta ahora, esta opción se ha barajado en una hipotética situación en la que Oltra no fuera candidata a la Generalitat, algo más que seguro si abandona sus cargos por la citada causa judicial. No obstante, si como parece el proceso se agrava y se precipita la marcha de la vicepresidenta, Compromís se verá obligado a designar un sustituto en el puesto que incluye además la responsabilidad en Igualdad y Políticas Inclusivas y, salvo cambios, la Portavocía del Consell.
Sobre esto, al margen de la promoción interna, la lógica indica que quizá podría designarse para el puesto al propio Baldoví, si es que finalmente fuera a ser el elegido como próximo candidato a la Generalitat.
