VALÈNCIA. (EFE) El letrado Ramiro Blasco, que representó inicialmente al exabogado del exgerente de Imelsa y autodenominado "yonki del dinero", Marcos Benavent, se querellará contra su exdefendido por considerar que le injurió y calumnió en su declaración como procesado en el juicio del caso Imelsa el pasado 4 de mayo.
En un escrito, Blasco ha presentado una petición de conciliación ante el juzgado de paz de Benigánim (Valencia) por ser esta la localidad donde reside Benavent.
En este escrito, paso previo y preceptivo a la presentación de una querella, Blasco considera que las declaraciones que efectuó Benavent son "especialmente graves" y que "exceden claramente de los límites que autoriza la libertad de expresión y su condición de procesado, habiendo sido proferidas con claro ánimo de injuriar y de calumniar al instante, tratándose de informaciones absolutamente falsas".
En su declaración ante el juez, Benavent indicó que sus declaraciones en las que detalló una extensa trama de corrupción "fueron en circunstancias manipuladas por mí, en connivencia con mi exdefensa y la Fiscalía, porque se me prometieron rebajas sustanciales de pena y de no ingreso en prisión".
"Era contestar a todo que sí, dije que sí a todo, el objetivo era perjudicar a la mayor cantidad de gente posible, partidos, empresas, empresarios, cuanto más grande sea esto mejor para todos', me dijeron", ha agregado Benavent.
En el transcurso de su declaración también afirmó que el registro del despacho de su anterior abogado "fue ilegal" (en ese despacho se hallaron los conocidos como 'papeles del sirio', que sustentan la causa judicial contra el expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana).
Y se refirió de nuevo al caso Erial, sin que nadie le preguntase por el asunto: "Recuerdo cuando me citaron a declarar tras la detención de Zaplana. No había dormido en toda la noche, no estaba en condiciones de declarar nada. He recibido presiones de ese tipo, una detrás de otra durante seis años, tenía que decir que sí a todo, me sentí obligado a declarar, por decirlo de alguna forma".
Estas declaraciones son, según el anterior letrado de Benavent, "total y objetivamente falsas", y por "el ánimo y finalidad con que han sido proferidas, son constitutivas de sendos delitos de injurias y calumnias", motivo por el cual pide a Benavent que se retracte.
En este sentido, Ramiro Blasco considera que las imputaciones proferidas por Benavent le han provocado daños morales y perjuicios en su honorabilidad y reputación, y por ello le reclama una indemnización de 50.000 euros "sin perjuicio de ulterior valoración".