José Enrique Aguar en su primera etapa de alcalde y en la actualidad, como candidato a eurodiputado.VALÈNCIA. A los 18 ejercía de concejal de Juventud, Deportes y Fiestas en Benetússer y a los 22 se convirtió en el alcalde más joven de l´Horta Sud. José Enrique Aguar emergió como niño prodigio de la política local valenciana.
De lo primero han pasado ya 37 años; no obstante, desde entonces sigue presentándose, elección tras elección. En estos comicios al Parlamento Europeo lo hace como número cuatro de la formación Cree, liderada por el exdiputado nacional de Ciudadanos Edmundo Bal.
Si hubiera una clasificación de quienes han concurrido más veces en candidaturas en la política valenciana a diferentes puestos, posiblemente Aguar la encabezara. Sí, el alcalde de Picanya, Josep Almenar, lleva 41 años en el cargo. No obstante, no ha competido ni por varias listas ni a diferentes puestos más allá de compaginar en una ocasión su acta con la de diputado provincial.
Aguar, actual candidato a eurodiputado ha concurrido a diez elecciones locales. Lo ha hecho de manera ininterrumpida desde 1987 hasta 2023. Su apogeo lo vivió con el PSPV. Ascendió de número nueve en el elenco del 87 -en el pasado mandato su formación había logrado nueve- a saltar al primero en 1991, cuando el anterior alcalde cambió de partido y la hegemonía socialista parecía condenado a truncarse, por lo que había pocos voluntarios para liderar.
Y continuó con mayorías absolutas que alcanzaron los 12 concejales sobre 17 hasta que decidió ceder la vara de mando en 2006 a su por entonces compañera Eva Sanz y concurrir como cuatro en la lista mientras ostentaba escaño de diputado provincial (fue presidente del grupo socialista en la Diputación de Valencia).
En esa época formaba parte destacada del denominado G-4, el selecto grupo de poderosos alcaldes socialistas (junto al de Xirivella, a la de Quart de Poblet y al de Alaquàs) que impulsó a Jorge Alarte como secretario general del PSPV. Aquello quedó como leyenda en los anales socialistas.
No obstante, ese cuarteto se diluyó y Aguar dejó la afiliación socialista. En cualquier caso, su predicamento local le permitió obtener concejal con el Centro Democrático Liberal (CDL) y con Ciudadanos en 2011 y 2015, respectivamente, en la Benetússer donde creció.
En el primero de esos años logró el escaño que dilucidaba la vara de mando. Se votó a sí mismo y, de rebote, permitió que Laura Chulià fuera la primera (y única) alcaldesa del PP en la historia de una localidad en la que excepto en el tramo 2011-2015 siempre ha mandado el PSPV.
En 2019 dio el salto a la ciudad de Valencia, donde lideró la candidatura del partido que preside a escala nacional, Contigo Somos Democracia, con quien concurrió en Benetússer dentro de la coalición Units en 2023. Ese mismo año también fue cabeza de lista por la misma marca a la Generalitat. Y el próximo 9 de junio su nombre y apellidos (José Enrique Aguar Vila) aparecerán en el cuarto puesto en la papeleta de Cree en Europa.
En ese listado coincidirá con ex de Ciudadanos, partido que por el que fue concejal y diputado provincial en 2015 y que abandonó en 2017 tras el congreso en el que dio su giro ideológico para dejar atrás la socialdemocracia. "Siempre he sido de centro progresista. Entre el 1 y el 10, contando el uno como más de izquierdas, yo me sitúo ideológicamente entre el cuatro y el cinco", sostiene Aguar.
Participa en la actualidad en su decimosegunda campaña electoral y lo ha hecho en esa docena de citas hasta con cuatro partidos diferentes. Opta con un concepto y unas aspiraciones muy diferentes a sus inicios. Ya no aspira a ganar alcaldías, sino a disfrutar.
"Hace tres años que trabajo en el sector privado. La política para mí constituye una afición que me cuesta dinero. De hecho, todavía estoy pagando el préstamo personal que pedí para las elecciones de 2023", señala Aguar, que recalca que "me gusta y disfruto en las campañas. Nunca he sido de política de salón, sino de calle, de saludar, de relaciones, de conocer a la gente". En esa misión trata de formar a pupilos, de contagiar su pasión.
Y lo hace aplicando técnicas de campaña muy diferentes a las de sus inicios. "Recuerdo que en Benetússer llegué a repartir 4.000 vídeos VHS casa por casa. Los cargaba en carros de compra. En cambio, ahora funciona todo más por redes sociales y posicionamiento en internet. Y con poco dinero no se puede hacer mucho", compara Aguar.
"Se ha perdido el tú a tú, el dar la cara ante los votantes. Como otras facetas de la vida, la política tiene menos proximidad e incluso humanidad", sentencia quien fuera alcalde de Benetússer durante quince años, hasta que decidió poner fin voluntariamente a esa etapa.
No obstante, esa decisión no supuso dejar la política, ni tan siquiera la local, la gran pasión de Aguar. Representó un paso en su carrera que cerró la puerta socialista y abrió la de otros partidos, algunos de ellos (CDL y Contigo), fundados por él mismo. Y otro (Ciudadanos) impulsado por su futuro diputado cuando no tenía estructura provincial.
Sea como fuera, 37 años después de aquel lejano 1987, José Enrique Aguar competirá en su decimosegundo proceso electoral y el primero que trasciende el ámbito autonómico. "Voy por la aportación de mi partido a la coalición Cree, porque yo soy de política local", insiste Aguar. Tanto lo es que ha liderado hasta nueve veces una lista municipal.
Pese a apenas rondar los 55 años se ha convertido ya en uno de los históricos plusmarquistas de la política valenciana. Ha pasado de alcalde prematuro a curtido aspirante a eurodiputado con espíritu localista.
Personaliza, a escala electoral, la manida expresión de que lo que importa es participar. Su pasión consiste en recorrer el camino (la campaña), con la meta (el resultado electoral) ya como finalidad secundaria.
