VALÈNCIA. El músico valenciano Don Rogelio J presenta su segundo Lp en solitario, 'Bucles de arrabal', durante tres días en la sala Espacio Inestable de València. Una versión más agreste y solitaria con su one-man band Tumba Swing y un nuevo concepto musical con un renovado repertorio de cuentos nocturnos en los que siempre asoma su peculiar aleación de surrealismo y humor negro los días 7, 8 y 9 de julio, a las 20:00 horas.
'Bucles de arrabal' es el título de segundo LP de Tumba Swing, cuyo lanzamiento y presentación al público se celebrará en València con un espectáculo inédito que combina música, spoken work, improvisación y proyecciones de obra gráfica. En este "Falso Musical Experimental" –incluido dentro de las residencias Granero de Creación de Espacio Inestable-, todas las formas de expresión artística cultivadas por Don Rogelio J desde hace más de una década se ponen al servicio de las nueve canciones que conforman este álbum conceptual. El hilo conductor son las reflexiones en torno ese camino adoquinado de rosas y espinas que es el “absurdo pero vital” proceso creativo.
Partiendo de la improvisación, el carismático enterteinter valenciano trenzará sus narraciones –habladas y cantadas- con la proyección de una serie de ilustraciones creadas específicamente para el espectáculo. Le acompañarán sobre el escenario Aullido Atómico, Quique Medianoche y Jussi Folch, que interpretarán en directo algunos de los doce instrumentos grabados en solitario por Don Rogelio J en el LP. La interacción con el público será también un elemento clave dentro de este montaje dramático-musical, que iniciará en València una gira por toda España a lo largo de 2018.
'Bucles de arrabal' (editado por Discos Calamidad y distribuido por Folc records) supone un punto de inflexión en el sonido vintage y deliberadamente desvencijado al que tenía acostumbrado Tumba Swing. La adición de más instrumentos –melódica, armónica, harpa de boca, theremin, stylophone, percusiones con cubos de basura, etcétera-, así como la mayor atención a la producción, se traducen en una multiplicación de las texturas sonoras. En el aspecto compositivo, estamos también ante un trabajo más minimalista, que abunda en el concepto de bucle existencial al situar las repeticiones y los loops en el núcleo de cada corte.
Las canciones de Don Rogelio J son a la música lo que sus dibujos al cómic: un espejo deformante de la vida callejera, habitada por asesinos, punks y mujeres "con cara de hiel y olor a crema de manos barata". Son historias de anarquistas y viejos camaradas; de personajes siniestros en barrios de casas bajas. Don Rogelio se sirve de todos ellos para lanzar una crítica feroz a la cultura del consumo y el individualismo de la sociedad actual.
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