El ficus del Parterre dirá adiós a la gasolinera pero se quedará con su depósito

VALÈNCIA. El ficus del Parterre, histórico por añoso, ve cómo poco a poco se acerca el desmantelamiento de la gasolinera que tiene por vecina. Este jueves se dará un paso más, ya de los últimos en cuanto a tramitación administrativa se refiere, para acabar con esta y con la gasolinera sita en la calle Xàtiva, en frente del Instituto Luis Vives.

El desmontado de los surtidores pasa por la comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de València con los informes favorables, según señalan fuentes consistoriales, por lo que presumiblemente no habrá ningún problema. Eso sí: la intervención se deberá hacer con alguna que otra restricción en la Plaza de Alfonso el Magnánimo que linda con el Parterre. En este enclave, convertir los surtidores en historia es más complicado que en la calle Xàtiva.

Uno de los motivos por los que se quería acometer la retirada de la infraestructuras del Parterre es la cercanía de los surtidores del simbólico árbol, cuya salud corría serio peligro por estar sus raíces en contacto con los depósitos de la gasolinera, que finalmente no se podrán extraer, si bien se vaciarán. 

Y es que según ha informado el servicio de Jardines, el desentierro de los depósitos de esta instalación podría dañar las raíces del magnánimo ficus del Parterre. Por ello, para evitar posibles afecciones, los depósitos deberán quedar en su lugar y serán rellenados con arena adicional. En el entorno del Luis Vives, por contra, no será necesario aplicar este tipo de medidas. 

Tras ello, ya se deberá seguir el convenio suscrito entre el consistorio y Repsol para retirar las infraestructuras que, huelga recordar, deja sin efecto un acuerdo del anterior gobierno municipal según el cual la compañía trasladaría estas dos gasolineras a dos parcelas municipales en Tarongers y la avenida Antonio Ferrandis. 

Una propuesta que no convencía al actual ejecutivo local, que decidió replantear el pacto: se hará lo propio con unos terrenos ubicados en Benimaclet, de modo que el consistorio no tendrá que ceder suelo público. Esta parcela, de más de 1.000 metros cuadrados, verá la construcción de estas gasolineras, cuya licencia de obra debería haber pedido la petrolera. Cuando se consume la instalación de los equipamientos en Benimaclet, se procederá a la retirada de los del casco histórico.

Por su parte, según el proyecto del convenio, el Ayuntamiento se compromete a tramitar “sin demora” la nueva licencia que solicite Repsol en Benimaclet, siempre que vaya acompañada de la documentación necesaria, a no modificar el emplazamiento ni la calificación y uso urbanísticos de la nueva parcela, y a no minorar el índice de edificabilidad bruta actualmente vigente en ese sector.