La reunión deja versiones contradictorias sobre la financiación y el fondo de nivelación: el PSPV niega que se plantearan ambos asuntos y Presidencia asegura que sí
VALÈNCIA. Carlos Mazón y Diana Morant tuvieron este jueves su primera cita. El presidente de la Generalitat y la nueva líder del PSPV se reunieron en el Palau a lo largo de dos horas. El 'feeling' queda de puertas para adentro. Pero lo cierto es que los acuerdos fueron escasos. Ninguno sobre la agenda valenciana. Tampoco se emplazaron para un siguiente encuentro, aunque han abierto una vía de "diálogo permanente".
Morant le regaló al jefe del Consell el libro 'El abismo del olvido', de Paco Roca. "Es la historia de nuestro pueblo, la historia del enterrador al que condenaron precisamente a enterrar a los suyos después de ser fusilados. Esa es la historia que han sufrido nuestros mayores y la historia que no queremos repetir. Y, desde luego, la mal denominada ley de la Concordia que para nosotros blanquea el franquismo, deja abandonadas a las víctimas de aquella dictadura", explicó la líder socialista a la entrada.
Al finalizar, sólo la también ministra de Ciencia compareció públicamente. En Presidencia le cedieron un espacio en el propio Palau para ello. Ante los medios, explicó los términos del encuentro. En él le trasladó tres reclamaciones de urgencia como condición para alcanzar cualquier tipo de consenso. Una fue la petición a Mazón de que rompiera con Vox y gobernara en solitario. Puso el ejemplo de Pedro Sánchez a la hora de llegar a acuerdos en el Congreso.
"Mazón fue el primer presidente autonómico que pactó con Vox en un acuerdo exprés y me gustaría que fuera también el primero en romper. Reconocemos, por supuesto, la legitimidad de su Gobierno, pero le pedimos que sea consciente de la responsabilidad. No podemos normalizar que la ultraderecha esté en la Generalitat", afirmó.
Aunque la cita transcurrió con cordialidad, fuentes socialistas comentan que hubo algún pico de pequeña tensión hacia el final, cuando Morant insistió en el reproche de que el líder del PPCV compartiera gobierno con Vox y éste saltó para defenderlo. ¿Y qué posibilidad real habría de un Gobierno en solitario? La dirigente socialista señaló que no puede apoyar iniciativas cuyo objetivo es derogar las políticas del Botànic y de Sánchez. "Pero sí puedo apoyar otras propuestas", dijo. No parece fácil.
La segunda solicitud de la dirigente del PSPV fue la retirada de las cinco proposiciones de ley pactadas con sus socios en Les Corts: la ley de Libertad Educativa, la ley de Concordia, la ley de Transparencia y la de Incompatibilidades, la ley de À Punt y la ley de la Agencia Antifraude. Suponen, dijo, un "retroceso democrático inaceptable".
Lógicamente, Mazón no aceptó ni el primer punto ni el segundo. Se trata de medidas inasumibles para él y la líder del PSPV es consciente de ello, pero responde a su estrategia. Así que la reunión deja la evidencia de que los grandes acuerdos entre populares y socialistas se antojan complicados esta legislatura.
Donde sí hubo entendimiento fue en la tercera reclamación de Morant: el compromiso a luchar contra la llamada "maquinaria del fango" y contra la fábrica de bulos como instrumento de ataque político. "Me he comprometido a no participar de la práctica de mentiras. Los representantes públicos no pueden dar pábulo a los pseudomedios y no pueden subvencionar a los que propagan bulos", indicó. Se trata de un discurso que va en línea con el mantenido por Pedro Sánchez en los últimos días tras su amago de dimisión. La propia Morant trasladó que era "imposible" no abordar en la reunión el debate abierto por el presidente del Gobierno.
Aparte de este asunto, en lo único en lo que hubo acuerdo entre la líder del PSPV y el jefe del Consell fue en "seguir hablando". Y hasta aquí, porque lo demás son futuribles. Uno es el de los órganos estatutarios. En este momento, se encuentran en funciones la Sindicatura de Comptes, el Consell Jurídic Consultiu, el Consell de Transparencia y el Consell Valencià de Cultura. Algunos de ellos resultan clave para el correcto funcionamiento de la administración valenciana, pero los partidos han sido incapaces de desbloquearlos en los últimos años.
Mazón le ofreció a Morant negociar los nombres –seguramente también entraría la Agencia Antifraude– y ésta se abrió a estudiarlo. Hasta la fecha, los socialistas y Compromís se habían aliado para no pactar nada con los populares si no dejaban a Vox fuera de todo. Pero no queda claro si la nueva líder del PSPV mantendrá esta línea. En ella juega una posición relevante, y es la de la defensa, en Madrid, del desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Si lo pide allí, no parece coherente que se niegue a tratar de resolver una situación similar en la Comunitat Valenciana.
De hecho, en el caso de que finalmente el PSOE decidiera sacar adelante la citada renovación del CGPJ sin contar con el PP, los populares tendrían la excusa perfecta en la Comunitat Valenciana para hacer lo mismo con los órganos estatuarios sin que los socialistas pudieran criticarlo con argumentos reales.
Otro de los pactos que queda en el aire es el del agua. El jefe del Consell invitó a la líder del PSPV a que su partido se sume a la Mesa del Agua de la Comunitat Valenciana ante la escasez de recursos que sufre territorio. Según informaron desde Presidencia de la Generalitat, le recordó que esta Mesa se trata de "un foro de diálogo desde el rigor para defender nuestras necesidades hídricas y que sirva para poner luz sobre debates que a veces escapan al rigor".
Morant comentó que no se cierra de entrada a ello, pero que primero tendrán que estudiar el contenido de la citada mesa. Si se encuentran conformes, los socialistas realizarán aportaciones.
Donde tampoco existió entendimiento fue en lo relativo a otras de las cuestiones más relevantes de la agenda valenciana, como son la financiación autonómica o las inversiones. Aquí, por haber desacuerdo, lo hubo hasta en las versiones sobre si el asunto se abordó o no en la reunión. Desde Presidencia de la Generalitat informaron de que Mazón ofreció a Morant constituir "un frente constructivo" en financiación, inversiones del Estado o fondo de nivelación.
Desde el PSPV lo niegan. Remarcan que el pacto por la financiación no lo puso Mazón encima de la mesa en ningún momento –más allá de incidir en las dificultades económicas de la Generalitat– y que el fondo de nivelación –un mecanismo transitorio con el que se reparte dinero entre las comunidades peor financiadas para que puedan acercarse a la media del conjunto de territorios– ni siquiera lo mencionó.
En todo caso, es sorprendente que en cuestiones tan básicas de la Comunitat que se llevan años exigiendo a los respectivos partidos en Madrid se pasara de refilón en la cita de este jueves. Morant incluso fue cuestionada en su comparecencia pública al darse por hecho que había sido un asunto tratado.
La ministra salió como pudo, pero su posición no es nada sencilla. No sólo es la líder del PSPV, sino que forma parte de un Gobierno con escaso interés en abordar la reforma del sistema de financiación y el fondo de nivelación. Ni lo ha hecho hasta el momento ni hay amago de mover, realmente, ficha. Los equilibrios de Morant en este asunto son, por lo tanto, complicados. Máxime cuando se trata de una política ungida por Ferraz y ha de mostrar constantemente una férrea defensa de Sánchez.
Este jueves, preguntada por ello, dijo que la Comunitat está mejor financiada que nunca con el Gobierno de Sánchez y que las inversiones han crecido también como nunca en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Igualmente, apeló a las diferencias territoriales dentro del PP. "Cuando Mazón dice que hagamos un frente común por la financiación, no sé si quiere que vayamos a Génova a manifestarnos. El problema del señor Mazón es el señor Feijóo, que es quien lo bloquea y quien rechazó hablar de ese tema en una reunión con Sánchez", apuntó. En cuanto al fondo de nivelación, comentó que para ellos es un debate completo dentro del modelo de financiación.