VALÈNCIA. (EFE/Mónica Collado). El barrio del Cabanyal tiene un futuro de rehabilitación urbanística y social, convertido en foco de emprendimiento y atracción de inversiones, según se lo imaginan los candidatos de los principales partidos a la alcaldía de València al final de la próxima legislatura.
Este barrio marinero fue foco de la polémica cuando una Orden ministerial del Gobierno socialista paralizó la iniciativa de la prolongación proyectada por el PP de Rita Barberá al considerar que había expolio del patrimonio, lo que llevó al equipo de gobierno popular a paralizar licencias de actividad y rehabilitaciones.
Plataformas y asociaciones vecinales aplaudieron esa orden pero reprocharon la falta de una política para regeneración urbanística y social que revitalizara el barrio económicamente y solventara los problemas de convivencia por la droga y la ocupación ilegal, entre otros problemas.
Tal ha sido la importancia de este barrio en la política de València que antes de las elecciones de 2015 todos los partidos que concurrían a las municipales menos el PP firmaron un documento con la Asociación de Vecinos del Cabanyal-Canyamelar y la plataforma Salvem el Cabanyal, que les comprometía a rechazar la prolongación e iniciar un nuevo proceso de rehabilitación con consenso y participación.
Aunque el actual gobierno, que puso fin a 24 años de gobierno de Barberá, defiende su "esfuerzo" e inversiones para acabar con la degradación del barrio, las críticas vecinales siguen reclamando más seguridad, más inversión para rehabilitar y más dotaciones sociales que todavía no han llegado.
El actual alcalde y candidato de Compromís a la reelección, Joan Ribó, indica a EFE que al final de un hipotético nuevo mandato se imagina un barrio "con las casas mayoritariamente rehabilitadas, algo que avanza a buena velocidad" y con servicios sociales "que ahora no tiene".
Cree los solares tendrán viviendas para venta y para alquiler asequibles y se imagina "un corredor verde" por todo el barrio, así como interés de inversores extranjeros, que controlarán "seriamente si vienen a especular".
Tras un mandato como alcaldesa, la cabeza de lista socialista, Sandra Gómez, imagina el barrio en el que nació "recuperado y rehabilitado", lo que apunta a EFE que sería "la mejor forma de hacerle justicia" después de que el PP lo "maltratara y abandonara" con la paralización de las licencias.
Eso lo abocó a una "crisis que, a día de hoy, aún se está viviendo porque el deterioro urbanístico y social no se soluciona de un día para otro", añade.
Confía en que el "esfuerzo" del actual gobierno regenere el entorno urbano, ofrezca más servicios públicos y más oferta cultural y gastronómica y subraya que en la próxima legislatura tienen que "seguir poniéndolo en valor".
La candidata del PP, María José Catalá, ve el Cabanyal en 4 años "conectado con la ciudad a través del PAI del Grao y de la apertura por el antiguo cauce del río Turia", con un proceso de rehabilitación de edificios "más allá de lo que ha hecho el gobierno actual": obras de asfaltado y aceras y cambiar el aire acondicionado del mercado.
"Queremos un proceso de rehabilitación integral que no solo aborde necesidades urbanísticas del barrio sino también la mejora de la dotación de servicios. Pensamos que hay un problema de convivencia y para resolverlo, se necesita más seguridad y un retén digno", apunta y añade que una vez conseguido habrá beneficios fiscales para jóvenes y autónomos que quieran emprender.
El cabeza de lista de Ciudadanos (Cs), Fernando Giner, anuncia a EFE que la gestión del Cabanyal será un "reto" que asumirá directamente e impulsará que los Poblados Marítimos sean Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
"Eso significa poner en valor este entorno único natural y arquitectónico y cultural" y "ponerse las pilas" para que el barrio "esté donde tiene que estar".
Para el candidato de Vox, José Gosálbez, el barrio del Cabanyal requiere "medidas para agilizar al máximo las licencias para rehabilitaciones" y que "no tarden dos o tres años", así como dejar que "la Policía Local haga su trabajo" y si identifica a algún inmigrante ilegal lo ponga a disposición de la Policía Nacional.
Se imagina en cuatro años, bajo su gobierno "un Cabanyal muchísimo mejor que el que hay ahora".