VALÈNCIA. València será un proyecto piloto de la Agenda Urbana 2030 exportable al resto de España. Este viernes, la Junta de Gobierno Local dará luz verde al protocolo de actuación suscrito entre el consistorio y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que tiene como objeto fundamental formalizar la colaboración entre las dos administraciones en este programa y convertir la ciudad en proyecto piloto de la Agenda Urbana Española "como buena práctica y experiencia transferible que puede orientar a otros municipios en la elaboración de sus respectivos planes de acción".
Así pues, el consistorio elaborará su propio Plan de acción de la Agenda Urbana municipal, siempre dentro del marco establecido por el Ministerio en este sentido, que más tarde el Gobierno podrá usar como ejemplo para la implementación de la agenda urbana española en otros municipios.
El Ayuntamiento de València llega ya con los primeros deberes hechos. El pasado 27 de marzo el gobierno local dio luz verde al marco general de la Estrategia Urbana València 2030, donde se desarrolla todo el planteamiento metodológico y organizativo de la estrategia. Además, en el pleno de septiembre se aprobó la moción que proponía crear e impulsar "un proceso de reflexión estratégica" en torno a este plan. Las bases, por tanto, están puestas.
Así, el gobierno municipal se ha ofrecido al Ejecutivo estatal para ser proyecto piloto y que el plan local pueda servir a otros municipios españoles en esta senda. El protocolo suscrito entre ambas instituciones no sólo ayudará a cumplir con los objetivos de la Agenda, sino que supondrá el "intercambio de conocimiento y experiencias entre los distintos niveles de la Administración pública", retroalimentando todos los procesos.
Para el seguimiento de las actuaciones previstas se creará una comisión, que contará al menos con dos miembros designados por el Ministerio y otros dos en representación del Ayuntamiento de València. Este órgano tendrá la obligación de reunirse, por lo menos, una vez cada seis meses, para evaluar los objetivos que se van alcanzando. Y el protocolo tendrá una vigencia de dos años, prorrogables automáticamente.
El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, quiso recordar que las ciudades de todo el mundo se enfrentan en los próximos años a "retos sin precedentes en el nuevo contexto climático, económico y social". Así, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con el horizonte fijado en 2030 están ligados a "procesos de transformación de gran profundidad", incluidos precisamente en la Agenda Urbana.
Por su parte, la crisis del coronavirus, según el edil, "ha agravado las tensiones y ha introducido nuevos parámetros" que son "absolutamente esenciales cuando se ha de repensar las ciudades desde la perspectiva de la salud". Así, la intención es "repensar el modelo de ciudad de València". En primer lugar, asegura el alcalde, porque "hace años que apenas se ha planteado ninguna reflexión de esta índole".
Por otro lado, el alcalde subraya que cuando se ha producido una transformación en el Cap i Casal "ha sido desde perspectivas limitadas y parciales sin un enfoque global". Y en tercer lugar, porque "los cambios sociales, económicos, climáticos y tecnológicos actuales nos obligan a repensar la ciudad desde sus diferentes perspectivas". Así pues, según el protocolo suscrito, la capital del Túria podrá ser ejemplo en el resto del país por su plan de actuación de la Agenda Urbana.