VALENCIA. El Grupo Cooperativo Cajamar, el mayor de la banca cooperativa en España, tiene previsto abrir una decena de oficinas a lo largo del presente ejercicio, tal y como ha podido saber este diario. Las aperturas se centrarán en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla La Mancha, Cataluña y Extremadura.
De momento, y dada la amplia presencia en la Comunitat Valenciana -conviene recordar que 18 cajas rurales de la Comunitat Valenciana están integradas dentro del que es uno de los 14 grupos significativos del sistema financiero español-, no tiene previsto abrir en algún punto de Valencia, Castellón y Alicante. No hay que olvidar que el pasado año, entre las 14 aperturas que llevó a cabo, tres fueron en la Comunitat: Algemesí (Valencia), Onda (Castellón ) y Cox (Alicante).
El resto se repartieron en Navarra (Pamplona y Tafalla), Canarias (Santa Cruz de Tenerife y Tacoronte), Andalucía (Pozoblanco y Palos de la Frontera), Castilla León (Santa María del Páramo y Guijuelo), Castilla La Mancha (Valdepeñas y Villarrobledo) y Baleares (Palma de Mallorca).
Las cajas rurales de Torrent, Vila-real, Altea, Burriana, Nules, Callosa d'en Sarrià, Petrer, Alquerías del Niño Perdido, Vall d'Uixo, Cheste, Alginet, Villar del Arzobispo, Turís, Vilavella, Albalat dels Sorells, Almenara, Vilafamés y Xilxes son las 18 cooperativas de la Comunitat Valenciana integradas actualmente en el Grupo Cooperativo Cajamar.
Mientras tanto, el Grupo Cooperativo Cajamar, cuya cabecera es el Banco de Crédito Cooperativo (BCC), acaba de unificar su imagen para crecer como referencia en la banca cooperativa en España. Las 1.300 sucursales del grupo compartirán una imagen que simboliza aquello que es denominador común a todas las entidades: su vocación de servicio a las personas.
Un cambio que muestra la fortaleza de actuar en grupo, al tiempo que mantiene el nombre de cada caja para reflejar su compromiso, cercanía y arraigo en sus respectivos territorios de origen.
Precisamente el Banco de Crédito Cooperativo (BCC), que cuenta con cuatro consejeros valencianos, ya cumple el capital mínimo de máxima calidad del 10,25% que le exige el Banco Central Europeo (BCE) de cara a los stress test de este año. Además, lo hace sin haber recurrido a las ayudas públicas, ni tampoco haber traspasado activos inmobiliarios al llamado 'banco malo' (Sareb).