DATOS DE SATÉLITE

El hielo en el Ártico afrontará este verano un mínimo como el de 2012

25/04/2016 - 

MADRID, (EP). Físicos del hielo marino del Instituto Alfred Wegener (Alemania) pronostican que la cubierta de hielo marino en el Océano Ártico este verano puede encogerse de nuevo hasta el mínimo histórico de 2012. Los científicos hicieron esta proyección después de la evaluación actual de los datos de satélite sobre el espesor de la capa de hielo. Los datos muestran que ya era extraordinariamente fina en el verano de 2015.

Comparativamente, poco nuevo hielo se ha formado durante el invierno pasado, según Marcel Nicolaus, experto en el hielo marino, que ha presentado estos resultados en una conferencia de prensa durante la Asamblea General anual de la Unión Europea de Geociencias en Viena. Predecir la extensión en verano de los hielos marinos árticos con varios meses de antelación es uno de los grandes retos de la investigación polar contemporánea. La razón: hasta el final de la temporada de fusión, el destino del hielo está en última instancia determinado por las condiciones del viento y las temperaturas del aire y del agua durante los meses de verano. Si embargo, las bases se asientan durante el invierno anterior.

Esta primavera, las previsiones son tan desalentadoras como lo fueron en el año récord negativo de 2012. En aquel entonces, la superficie de hielo marino del Ártico se redujo a un mínimo histórico de 3,4 millones de kilómetros cuadrados. "En muchas regiones del Ártico, el nuevo hielo sólo se formó muy lentamente debido al invierno particularmente cálido. Si comparamos el mapa del grosor del hielo del invierno anterior con el de 2012, podemos ver que las condiciones actuales son similares a los de la primavera de 2012, y en algunos lugares, el hielo es aún más delgado", dice Marcel Nicolaus.

Junto con su colega Stefan Hendricks, evaluó las mediciones del espesor del hielo marino tomadas durante los últimos cinco inviernos mediante el satélite CryoSat-2. Siete boyas de nieve autónomas, que los investigadores colocaron en témpanos el pasado otoño, suministran importantes pistas adicionales. Además del espesor de la capa de nieve en la parte superior del hielo marino, las boyas también miden la temperatura del aire y la presión de aire. Una comparación de los datos de temperatura con las mediciones a largo plazo tomadas en Spitsbergen ha demostrado que la temperatura en el ártico central en febrero del año 2016 superó las temperaturas medias en hasta 8°C.

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