VALÈNCIA. Historias, muchas de ellas se pueden contar a través de sus paredes. Unos muros que, por el momento, permanecen cerrados a la espera de un nuevo inquilino. Y es que el histórico Café Negrito en El Carmen de València se traspasa por jubilación.
Una decisión que Pepe, su propietario, llevaba barajando desde hace años. Han sido casi 40 años al frente de este clásico de la noche valenciana, uno de los negocios más antiguos del Carmen desde que en 1982 abriera sus puertas. Y ha llegado el momento de parar. Ubicado en la plaza que le da nombre, el Café Negrito ha sido un referente, pero los años han llevado su propietarios a buscarle una nueva vida.
En una situación similar se encuentra La negrita Bar, de los mismos propietarios, y que se encuentra también en la misma plaza, que hasta los años 40 recibía el nombre de Plaza de Calatrava, así bautizada tras la reconquista de València, dado que el Rey Jaume I decidió donarla a la Orden de Calatrava.
La construcción de la fuente que preside el emplazamiento tuvo lugar en 1850, con la llegada del agua potable, lo que trajo consigo la instalación de la oscura estatua de un niño, lo que hizo que los valencianos empezaran a conocer esta dirección como la Plaza del Negrito. Una denominación que se oficializó en 1940.
En cuanto al traspaso, por el momento no hay nada cerrado, pero ya hay abiertas negociaciones para hacerse con este emblemático local, uno de los pocos lugares históricos que perduran en el tiempo en la city valenciana. Los cambios sociales y el paso del tiempo se ha llevado por delante varios negocios. Ahora tampoco son tiempos fáciles con la actual situación de contención de la pandemia que ha obligado a la reducción de aforos y la limitación de horarios, unas circunstancias que afectan notablemente a la facturación de estos locales que se habían convertido en una cita obligatoria para todo aquel que visitara la ciudad.
Y el Café Negrito ha sido durante casi cuatro décadas uno de esos puntos de referencia. Exposiciones, sesiones musicales, lugar de encuentro tanto para un buen café, como para una copa... al menos antes de la pandemia, cuando este emblemático local abría todos los días hasta la madrugada reivindicando su fama de 'valor seguro' en el ocio del cap i casal.